Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- El Tribunal Supremo de Estados Unidos permite a partir de esta semana al Gobierno del presidente Donald Trump reanudar las expulsiones de inmigrantes a terceros países como Sudán del Sur, en África, distante a más de 10,900 km. de distancia de NY y a El Salvador, distante a más de 3,300 km.
En su alegato frente al Supremo, el Gobierno de Trump sostuvo que los inmigrantes enviados a terceros países cometieron crímenes “monstruosos” y sus propios países no habían querido recibirlos.
En una breve orden no firmada, el Supremo suspendió la orden del juez federal Brian Murphy, de Massachusetts, que el mes pasado determinó que la Administración de Trump violó una orden que le impedía deportar inmigrantes a un país donde pueden ser torturadas sin darles la oportunidad a una defensa legal adecuada.
Para acelerar las deportaciones, Washington está buscando acuerdos con otros países para que acepten a migrantes expulsados de USA. Más de 200 personas han sido enviadas a cárceles de El Salvador.
Trump y su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, llegaron a un acuerdo -que no ha sido mostrado al público- para que el país centroamericano reciba a los migrantes por un año a cambio de un pago de 6 millones de dólares.
La legislación estadounidense estipula que el Gobierno no puede deportar a migrantes a terceros países donde podrían ser torturados o estar en riesgo.
Inmigración detuvo hasta el pasado 15 de junio a 56.397 inmigrantes, pero sólo el 28,3 % de ellos tenía antecedentes penales, incluyendo delitos menores de tráfico, según datos dados a conocer este lunes.
Los programas de Alternativas a la Detención de ICE mantienen bajo vigilancia a 183.756 familias e individuos solteros, según datos actualizados al 14 de junio.