En Washington DC y Nueva York se congregaron miles de personas en repudio a la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis
Miles de personas se han congregado en las principales ciudades de Estados Unidos para protestar una jornada más por la violencia racista institucional, aunque la mayor marcha se realizó en Washington, donde la Casa Blanca se ha blindado para evitar disturbios.
A baby for #BlackLivesMatter! Chicago’s protest today. pic.twitter.com/sJ8BVESajw
— Hazel, MMSc, RN, PA-C (@hazel_dd) June 6, 2020
“Estoy cansada de racismo. Muy cansada”, ha afirmado en declaraciones a la cadena ABC una de las participantes en la manifestación de Washington, Rochelle Grate, que ha calificado de “bella, pacífica y diversa” la protesta. “Esto es distinto. Ahora la gente que no es de color ha hecho ‘clic’ y ha dicho, ‘Oye, esto es real y he estado ciego hasta ahora’”, ha añadido.
Más de una semana después del inicio de las protestas, las autoridades esperan que la marcha de este sábado sea la más concurrida y podría llegar a decenas de miles de asistentes. “Esperamos grandes manifestaciones y esperamos que las protestas sigan siendo tan pacíficas como han venido siendo los últimos días”, afirmó el pasado jueves el jefe de la Policía de Washington, Peter Newsham, quien ha destacado que no ha habido arrestos durante las protestas desde el martes.
Crossing the Brooklyn Bridge pic.twitter.com/mdnP5x0j3y
— William Callison (@willcallison) June 6, 2020
El pasado fin de semana la Policía empleó balas de goma y gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes frente a la Casa Blanca cuando algunos lanzaron botellas de agua y ladrillos contra las barreras de las fuerzas de seguridad. También se incendiaron coches y se rompieron ventanas de edificios de oficinas en las manzanas colindantes con la Casa Blanca.
Scene here by Dirksen before the Freedom Fighters DC march kicks off. pic.twitter.com/SRL3o8Yih2
— Lissandra Villa (@LissandraVilla) June 6, 2020
Precisamente desde el jueves se ha levantado una nueva valla en el perímetro de la Casa Blanca que se suma a la de 2,5 metros que se levantó en la plaza Lafayette previamente. Los parques que rodean a la sede presidencial, normalmente accesibles, están ahora cerrados al público y seguirán así al menos hasta la semana próxima.
En Filadelfia una multitud se congregó ante el Museo de Arte de la ciudad y en Nueva York, Miami, Chicago o Los Angeles también se congregaron cientos personas este sábado, en una jornada en la que también hubo manifestaciones en Londres, Pretoria, París, Berlín y Sidney, entre otras ciudades.
La alcaldesa de Whasington, Muriel Bowser, ha afirmado que es “triste” que “la Casa y sus habitantes tengan que ser protegidos con muros”. “Nos gustaría que la Casa Blanca estuviera abierta para la gente pudiera acceder”, ha añadido.
Bowser ha criticado la postura del presidente Donald Trump y ha rebautizado una de las plazas que están frente a la Casa Blanca como plaza Black Lives Matter y se ha pintado un enorme Black Lives Matter en una de las calles que terminan en el recinto presidencial.
De hecho, la alcaldesa del D.C. ha pedido a los gobernadores que retiren a sus militares de la Guardia Nacional de Washington porque fueron traídos sin su conocimiento y “sin haberlos pedido”.
Muchos vecinos han mostrado su malestar por el envío de fuerzas militares federales a la zona de la Casa Blanca con helicópteros, soldados armados y vehículos blindados en las calles. El Distrito de Columbia es un territorio, no un estado, por lo que no tiene competencias para impedir el uso de fuerzas federales.
En contraste con las últimas movilizaciones multitudinarias en Washington, como la Marcha de las Mujeres o la Marcha por Nuestras Vidas por el control de armas, en esta ocasión no hay un único grupo convocante ni hay un estrado con una lista de oradores. Son protestas fluidas por toda la ciudad entre la Casa Blanca, el Monumento a Lincoln y el Capitolio.
Con información de EuropaPress y AFP