Miguel Ángel Cid Cid
En los programas de opinión de la televisión del país, el memorable “Bueyón” Martínez pregonaba que él podía fumar debajo del agua. “Aquí yo soy –decía– el único que fuma debajo del agua, después de Juan Bosch, Joaquín Balaguer y Peña Gómez”.
El Dr. Francisco Carvajal Martínez (Bueyón), no era comediante, aunque sus chispeantes y urticantes ocurrencias, lo llevaron a participar hasta en programas de farándula. Él fue un destacado luchador antitrujillista, miembro fundador del Movimiento 14 de Junio y un abogado litigante que le sirvió al país defendiendo a presos políticos durante los12 años del Dr. Balaguer.
La proclama del “Bueyón” explicaba su agudo ingenio para ver situaciones políticas que a otros les eran vedadas o imposibles siquiera detectar. El clisé del abogado hace acopio de la sabiduría colectiva que afirma que “hay gente que puede ver desde detrás de la puerta”.
La anécdota viene a cuento porque ahora no hace falta saber fumar debajo del agua para percibir las oscuras intenciones de políticos disfrazados de sociedad civil. Para ver detrás de la puerta no solo se cultiva la intuición, sino hay que estudiar y observar con cuidado a mansos y cimarrones.
Y sí, existen actores sociopolíticos que logran camuflar sus verdaderos intereses. Lo consiguen por un tiempo, incluso por un largo tiempo, pero no por todo el tiempo; no por toda la vida. En el mar turbulento de la vida, cualquier imprevisto ventarrón le levanta el refajo a cualquiera y deja ver hasta donde dice Cirilo.
Juan Bolívar Díaz es un ejemplo. Un amargo ejemplo –ay, cómo duele una traición, como cantaba Julito Deschamps— porque es un periodista muy admirado por quien suscribe. Ahora, no obstante, me doy cuenta de que su enfrentamiento pertinaz, por décadas, al gobierno de turno, era puro fingimiento. Con miras a las elecciones municipales de febrero y las presidenciales y congresuales de mayo, el prominente periodista formó su propio movimiento político. (Aclaración: Don Juan Bolívar tiene todo el derecho del mundo a la participación política, a la fundación de cuantos partidos le plazcan, a alcanzar las alianzas que se le antojen y a promover todas las coaliciones que quiera. El punto es que lo haga de cara al sol. Sin máscara. Sin menoscabo de la soberanía nacional).
En esa tesitura se mueve el Movimiento Cívico no Partidista Participación Ciudadana (hijo de Juan Bolívar). Mueve un pie aquí, y el otro allá. Y es de risa ver los malabares que hace para mantener una apariencia de equilibrio. Recuérdese el caso del primer coordinador nacional de PC, el gran Antonio (Tony) Isa Conde, hoy Ministro de Energía y Minas. Todo un demócrata moderno, al último grito de la moda USA.
Reconozco que en los primeros tiempos resultaba difícil identificar los verdaderos objetivos de Participación Ciudadana. Aquellos propósitos que no se escriben en los papeles, en sus estatutos ni en su misión. Sin embargo, ya no hace falta espejuelos para ver “la mala intención que tienen”. El resuello anti gobierno de Participación Ciudadana está clariiiiito. Solo le hace falta ser transparentes y apoyar, de una vez por todas, la Alianza encabezada por Luis Abinader y Leonel Fernández.
El discurrir de los hechos indica que la actitud asumida por ambos, Juan Bolívar Díaz y PC, por el contexto en que la adoptan, lucen ser parte de las directrices de la Embajada. La misma suerte corre pareja con caterva de dirigentes de la sociedad civil. Y el grueso de los programeros bocinas de la radio y la televisión. Los “dirigentes y sesudos analistas” en sus programas electrónicos o escritos les da igual bailar con Dios o con el Diablo, siempre que les salga puntualmente sus mesadas.
Narciso Isa Conde criticó duramente, en su muro de Facebook, al comunicador Juan Bolívar Díaz. Sobre todo por favorecer abiertamente la intervención de EEUU en la JCE.
Isa Conde califica de “!VERGONZOSO!” el apoyo de Bolívar a la “burda intervención en la JCE con financiamiento incluido y total control de la auditoría de sus equipos electrónicos”. El dirigente izquierdista recalca que “Apoyar esa expresión del coloniaje descarado es, además de vergonzoso, indignante”.
Es inconcebible, escribe Narciso Isa Conde, “atribuirle a la Administración Trump, vocación democrática en medio de sus agresiones y masacres a pueblos que luchan por su independencia”. Yo pregunto, ¿qué dirán los bolivianos, hondureños, ecuatorianos y cubanos, por mencionar solo una muestra, al ver el destape del periodista “demócrata”?
Bolívar Díaz, en su ponderación de la Carta Pastoral y a la clara intervención de Estados Unidos en la JCE, le llama “colaboración”. Un eufemismo que salta como Maco Pempen cuando uno lo lee. El veterano e influyente periodista aspira a que Danilo Medina atienda esta “colaboración” tal como lo hizo cuando la célebre llamada del poderoso ex capitán del Army, ex director de la CIA y Secretario de Estado, Mike Pompeo.
¡Cuánta falta hace Bueyón Martínez con la fusta al ristre!
Nota:
Enlaces 1, el artículo de Juan Bolívar y 2, las críticas de Isa Conde, por si desean confirmar las fuentes.
- Artículo Juan Bolívar https://hoy.com.do/la-carta-pastoral-y-el-apoyo-de-eu-fortalecen-el-proceso-democratico/
- Juan Bolívar, la JCE y EEUU https://ciudadoriental.com/juan-bolivar-la-jce-y-eeuu/
Miguel Ángel Cid
Twitter: @miguelcid1