Reynaldo Peguero,
Con el apoyo del Ministerio de Turismo, Santiago al fin, tendrá su marca territorial. Mejor aún, empresarios como Melany Rodríguez, Manuel Estrella, José Clase, Sandy Filpo, José Octavio Reinoso Carlo y Ricardo Fondeur, entre otros, decidieron formar el grupo “Visit Santiago”, para unir gestiones al Clúster Santiago Destino Turístico y fomentar el turismo de eventos o MICE.
MICE es el turismo de incentivos, reuniones, conferencias y exposiciones. Cada inicial corresponde a Meeting, Incentives, Conferencing y Exhibitions (MICE).
Miky Lama y Hendrik Kelner, primeros presidentes del plan estratégico de Santiago contrataron vía Unión Europea, a Tony Puig, uno de los gurú de las marcas. Asimismo, en 2006, involucraron al Ayuntamiento. Sin embargo, los gobiernos entonces mostraron escaso interés. En el año 2020, nueva vez la marca territorial fue concertada por más de 310 entidades en el plan estratégico Santiago 2030.
Marca Territorio no es un logo, menos un color o un lema. Tampoco, una diagramación bonita. Marca implica combinar armónicamente: identidad, pertenencia e imagen.
Identidad es la capacidad de filiación, familiaridad o procedencia de los residentes de un territorio, para su protección y defensa. En Santiago, los estudios para medir identidad en función de la marca, evalúan ¿cómo perciben los otros dominicanos, residentes y visitantes a los santiagueros?. La identidad expresa la cultura o las formas “del ser, el estar y hacer” que identifica los modos de vida de la gente.
Pertenencia por su parte, es el sentido de propiedad de los santiagueros sobre el territorio donde residen. Se asocia a la presencia de cientos miles de propiedades minifundistas que les permite a los cibaeños amar olores, colores y sabores de su territorio.
Una fuerte identidad y sentido de pertenencia, se reproduce en la creación de imágenes territoriales que terminan posicionándose en el mundo. Es decir, un territorio que se transforma en marca, acumula poblaciones que aman, conocen y entienden la tierra donde viven y están identificados con su desarrollo.
Las ciudades con marca tienen cinco virtudes. Primero, apuestan a jugar en grandes ligas. Son ciudades inconformes, que aunque estén bien, quieren mejorar más. Segundo, los territorios con marca, hacen rediseño constante, Santiago sabe de eso. Tercero, el territorio con marca implica gente, empresarios, políticos, mujeres, jóvenes, artistas y más. Cuarto, la ciudad con marca está liderada por el bien común.
Finalmente, una ciudad con marca, tiene una estrategia de desarrollo que no está escrita en piedra, su plan estratégico. Una visión y un escenario preferido con punto de partida y llegada. Especialmente las ciudades con marca no tienen temor al cambio; ellas mismas son un cambio constante.