Si estás un poco perdido en el tema, algunos chicos cuentan lo que le hacen a sus novias cuando llega la hora de dar placer. Pon atención
Por A. López
Está claro que a la mayoría de las personas les gusta recibir sexo oral. Lo que a veces no queda tan claro es que hay que devolver el favor. Es importante pasar un tiempo complaciendo al otro, especialmente cuando hay muchas mujeres que no llegan al orgasmo solo con la penetración.
Sabemos que las opiniones de los expertos son muy importantes para saber cómo lograr que ellas lleguen al clímax, pero desde El Confidencial hemos preguntado a varios hombres de a pie cuáles son sus técnicas a la hora de practicar un cunnilingus a sus parejas. ¿Qué te funciona a ti? ¿Buscas mejorar tus habilidades o crees que tienes un máster en el tema? Estos chicos cuentan sus experiencias para brindarles a ellas el mayor placer posible.
Di no a la monotonía
“Usa tu mano para aplicar una presión suave en el hueso púbico. Incorpora uno o dos dedos y estimula su punto g. Si no sabes dónde está, se ubica a unos cinco centímetros en la parte superior de la vagina. No es solo un mecanismo para estimularla y darle placer, sino que también es una buena forma de saber cuándo va a llegar al orgasmo. Sus paredes vaginales estarán muy lubricadas y notarás como empieza a contraerse y apretarse”, cuenta el primer usuario.
“Le encanta tumbarse boca arriba, que le agarre de la cintura y que me centre en ella. Sabe que ese es su momento y no está para distracciones. Tampoco le gusta la monotonía: aparte del trabajo de fondo, un lametón por aquí, un dedo por allá, un masaje de cadera, cintura y pechos…. Que por mucho gusto que dé, lo mismo todo el rato puede resultar aburrido. Sorprenderla es lo que más le gusta, así que cada día es diferente”, explica el segundo.
Cada mujer es diferente y como siempre lo mejor es hablar y preguntar, no tener vergüenza. Si quieres satisfacerla, pregunta por sus gustos
“Lo que realmente le vuelve loca a mi chica es que empiece frotando su clítoris con mi dedo y, después, vaya deslizándome poco a poco y comience con la boca. Solemos utilizar lubricantes de sabores, así que rodeo con la lengua su ‘botón’ mientras introduzco el dedo en su vagina y eso la hace llegar al orgasmo muy rápido”, comenta el tercero.
Comunicación y sensaciones
“Puedes estar haciendo un buen trabajo o no, pero a menos que ella te lo diga, no sabrás por completo lo que le gusta porque todas las mujeres son diferentes. Así que lo mejor es pedirle que use un gesto para que te diga cuándo realmente le excita algo, así puedo saberlo para la próxima vez. Podría ser decir ‘sí, sigue adelante’ o ‘tócame’ o algo así”, afirma el cuarto.
“Lo que debes hacer con tu chica es ponerte un hielo en la boca y luego ponerte al tema. Este consejo me lo recomendó una amiga que es lesbiana y se ha convertido en una técnica buenísima: la sensación de frío le pone mucho (también he probado con caramelos de menta, pero la sensación de frescor/picor no funcionó igual). Para mí el secreto es siempre la tentación: vas bajando suavemente con besos y caricias, un lametón a los labios, besos en el monte de Venus, vuelves a bajar, un poco de clítoris, vuelves arriba y dices algo calentón… siempre sin pasarse. Hay que usar tanto dedos como lengua”, comenta el quinto usuario.
Cuando metas la lengua tienes que variar la velocidad, aunque generalmente deberías subirla de forma progresiva
“A mi novia le gusta que lama desde la vagina (incluso que me centre brevemente aquí) hasta el clítoris (que haga movimientos hacia los lados con la cabeza cuando estoy en él) a modo vibración, pero eso sobre todo al final. Por otro lado, cuando estoy en este órgano tan sensible siempre lo trato con delicadeza al principio, movimientos siempre curvos y nunca hago siempre lo mismo”, concluye.
Estimula con el abecedario
“Una vez leí que se puede intentar hacer movimientos con la lengua imitando las letras del abecedario. Lo probé y le encantó. Cuando me pongo con ello, al final le gusta que sea un poco más ‘bruto’ y haya más roce. Hay que conseguir que todo esté bien lubricado, así que la saliva es muy importante. Si le gusta que juegues con tus dedos, mójalos bien. Ten en cuenta que eso tiene que estar bien húmedo o le va a molestar”, explica el sexto.
“La técnica ideal es con un dedo solo, rara vez uso más. Además con dos tiendes a ser más bruto y, ante todo, hay que tratarlo con delicadeza. Siempre con el índice porque es con el que más control se suele tener. Ten cuidado con el ángulo de entrada porque le puede molestar, trata de que sea curvo, como con forma de gancho y no lo hagas bruscamente. Localiza su punto g y juega con él todo el rato a la vez que rozas su clítoris”, termina.
Hazlo con confianza y ganas. No lo hagas por obligación porque se notará y entonces ella no se relajará y todo saldrá mal
“Lo primero que hago es no ir directo a la faena. Voy bordeando y estimulando zonas cercanas. Primero empiezo activando las ingles, labios externos… pero evitando contacto con el clítoris y vagina. Esperando a que se moje más y esperando que ella tenga más ganas de que le toque esa zona. Poco a poco me acerco más a los labios interiores y de vez en cuando voy pasando la lengua por su órgano, aunque sin centrarme mucho, para que que lo desee aun más”, confiesa el séptimo.
“Cuando noto que la zona está muy lubricada, me centro en el clítoris y empiezo a hacer movimientos con la lengua, alternando circulares y verticales. Cuando me canso, me alejo y con los dedos estimulo la entrada de la vagina y el punto G. Intenta que no sea monótono. Hay que variar la velocidad, aunque generalmente deberías subirla de forma progresiva. Cuando notes que llega al orgasmo, auméntala y mete dos dedos en la vagina para que en ese momento tenga estimuladas ambas zonas”, concluye.
De primera a quinta
“En un principio no creo que solo tengamos que limitarnos a ‘lamer’ el clitoris, hay muchos preliminales que se pueden usar para empezar la faena: los besos en las ingles, diferentes roces y caricias… Son importantes dos cosas: la lengua no es un palo tieso como el miembro viril. Tiene que ser flexible y a veces flexible para poder cambiar el ritmo; y segundo: realizar un cunnilingus no requiere que seas una maquina de una marcha fija. Debes alternar la velocidad”, comenta el octavo.
“Aparte de estas dos cosas hay que resaltar que no solo se puede usar el órgano bucal como método de placer sino que usar los labios para succionar levemente el clítoris. También son importantes las manos para la estimulacíon vaginal, aportando diferentes sencaciones que ayuden a nuestra pareja a disfrutar y que quiera repetir”, termina.
Lo que realmente funciona es estar centrado en el clítoris. Es su zona más sensible, por lo que estimularla es la clave
“Lo que puedo decir es que algo que siempre he visto que gustaba es ser fogoso y demostrar a tu pareja que lo haces con mucha pasión y ganas. Si al hacerlo muestras confianza y ganas harás que se relaje, confíe y disfrute de lo que estés haciendo. Suele haber ciertas reticencias si se nota que lo haces por obligación”, concluye el noveno.
Cada mujer es diferente y como siempre lo mejor es hablar y preguntar, no tener vergüenza. Si quieres satisfacer a tu pareja, comparte tus gustos y pregunta por los suyos. Disfrutar también es cosa de dos. elconfidencial.com