Millones de estadounidenses se quedan dormidos cada noche frente al televisor, pero un nuevo estudio descubrió que la práctica podría contribuir a una muerte prematura.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Northwestern examinaron el impacto de la luz ambiental en la salud y los hábitos de sueño de 552 personas de entre 63 y 84 años.
El estudio encontró que aquellos que dormían incluso con la más mínima iluminación ambiental tenían más probabilidades de sufrir diabetes, obesidad e hipertensión.
“Las personas deben hacer todo lo posible para evitar o minimizar la cantidad de luz a la que están expuestas durante el sueño”, dijo a CNN la investigadora principal del estudio, Phyllis Zee.
Según el estudio, la resistencia a la insulina era más probable que ocurriera por la mañana después de que las personas durmieran en una habitación con poca luz, como la que emite un televisor.