Por Pablo Vicente
Los aniversarios son siempre una ocasión propicia para revisar el trabajo realizado, ver las fortalezas y debilidades, cuáles han sido los logros y fracasos, aprender de ellos y comenzar con nuevos bríos y nuevas oportunidades.
El 12 de abril de este año la Junta Central Electoral cumplirá 100 años de existencia, es el órgano más antiguo de América, fue creada en el 1923 mediante la Ley No. 3413, y se incorporó en la Constitución dominicana con el artículo 82 en la reforma que se realizó en el 1924, actualmente la JCE se encuentra regulada por el artículo 212 de la Constitución de la República, tiene el rol de organizar las elecciones, pero también es la encargada de salvaguardar el registro civil.
A 100 años de su nacimiento, la JCE se encuentra inmersa en un año preelectoral ya que tenemos elecciones en febrero y mayo del próximo año, en ese contexto está en un proceso de aplicación de dos reformas importantes, la Ley 4-23 de Registro Civil y la ley 20-23 de Régimen Electoral.
La JCE se está preparando para la primera cita con las urnas que será el 18 de febrero de 2024 con los comicios a alcaldías, regidurías, direcciones y vocalías y el proceso culminará el 19 de mayo con las elecciones presidenciales, senatoriales, diputaciones y de diputados de ultramar, desde luego si en los comicios presidenciales ningún aspirante consigue en primera vuelta los votos necesarios, tendrá lugar una segunda ronda prevista para el 30 de junio de ese mismo año.
En ese contexto la JCE ha iniciado los trabajos propios de la organización y preparación del montaje electoral con el propósito de garantizar la celebración, dentro de su complejidad, de unas elecciones limpias y transparentes y no repetir los errores del pasado.
En este 100 aniversario, la JCE se encamina hacia un verdadero proceso de transformación y relanzamiento que procura salvaguardar la integridad electoral e impactar de manera positiva los cimientos de nuestra vida ciudadana y democrática.
Recientemente la JCE fue valorada como una de las 4 instituciones del país con mayor prestigio y credibilidad, según un sondeo realizado por la entidad Voto RD 2024, el órgano electoral ocupa el cuarto lugar, con un 47 por ciento de aceptación, me parece que es un buen porcentaje para una institución que en el proceso electoral pasado puso en jaque el sistema democrático de país, con la suspensión de las elecciones y que hoy cuente con ese nivel de aceptación es un buen indicio del trabajo que desde la JCE se está realizando, la confianza en el árbitro es clave en todo proceso electoral.
Sin embargo, para un proceso electoral exitoso es necesario saber que es un reto compartido, que no solamente recae en la JCE y los partidos políticos, sino que el pueblo dominicano debe de hacer conciencia de este compromiso cívico, por lo que es vital para la democracia del país trabajar activamente y participar en las mesas electorales y desde ahí hacer un gran aporte a la nación.
100 años después de la creación de la JCE, la sociedad dominicana debe abogar por seguir apostando al fortalecimiento del órgano rector en todo el ámbito de sus actuaciones, y los partidos políticos están en la obligación de hacer que así sea, ya que en una democracia como la nuestra juegan un papel predominante en pro de la gobernabilidad democrática y el fortalecimiento del estado social y democrático de derecho.
El autor es abogado, magíster en derecho electoral y presidente de FUJUDEL, [email protected]