Los precios del alquiler en España siguen alcanzando nuevos máximos, en parte debido a la creciente demanda de alquileres temporales, especialmente en zonas exclusivas y ciudades costeras. Este fenómeno está siendo impulsado principalmente por inquilinos solteros y adinerados provenientes de América Latina, quienes se encuentran entre los que más buscan estudios y apartamentos en áreas como el Barrio de Salamanca en Madrid o en ciudades costeras como Barcelona, Valencia y Málaga.
El perfil de estos inquilinos incluye a profesionales que trabajan en remoto, conocidos como nómadas digitales, así como a empleados de empresas trasladados temporalmente, estudiantes de MBA, y particulares en transición por diversas razones. Este grupo demográfico ha contribuido significativamente a la escalada de los precios de alquiler, que han aumentado un 9,8% en el último año, situando el coste medio del metro cuadrado en 13,1 euros a nivel nacional, y alcanzando picos de 19,9 euros en Madrid y 21,6 euros en Barcelona.
La creciente popularidad del alquiler temporal ha provocado que muchos propietarios opten por esta modalidad, dado que ofrece mayores rendimientos y mayor flexibilidad en comparación con los alquileres permanentes. Esto ha generado una fuga de propiedades del mercado de alquiler a largo plazo hacia el temporal, reduciendo la oferta de alquileres permanentes en un 15% en el primer trimestre de 2024.
Las autoridades, conscientes de esta tendencia, han comenzado a imponer medidas para regular el alquiler temporal y proteger el mercado de alquileres permanentes. El Ministerio de Vivienda ha anunciado que los propietarios que opten por el alquiler temporal deberán justificar esta elección al formalizar el contrato, con el objetivo de evitar abusos y garantizar que este tipo de alquiler se reserve para casos que realmente lo requieran.
Este fenómeno refleja cómo la globalización y la digitalización están transformando el mercado inmobiliario en España, donde la creciente demanda de inquilinos internacionales con altos ingresos está reconfigurando las dinámicas de la oferta y la demanda, especialmente en las grandes ciudades y zonas costeras.