Por Franklin Rosa
El déficit pluviométrico que se viene presentando en el país desde el año 2,010 y que se acentuó el año pasado con pocas lluvias en la temporada ciclónico y un invierno que se caracterizó por lluvias dispersas, débiles y muy localizada en las regiones este y sur; y en este año las pocas lluvias en los meses de abril y mayo han generado crisis en los sistemas de riego de los cultivos y en el agua potable de las ciudades.
La sequía se siente en todo el país y los embalses de todas las presas se encuentran en la cota mínima.
El sector agropecuario, además de la pandemia que ha trastocado la cadena de suministro y el mercado afectando significativamente los precios y la rentabilidad de la actividad agropecuaria, está sufriendo esta larga sequía.
Por suerte estamos en la temporada ciclónica que empezó a partir del primero de junio y se pronostica que será más activa que la del año pasado pues es lógico esperar que mejoren las lluvias finiquitando esta larga sequía y que los embalses de las presas alcancen su cota máxima
En la comunidad científica se está hablando de una nueva ruta de los huracanes al oriente del Atlántico alejado de la franja tropical y que fue tipificado por el huracán Pablo en la temporada ciclónica del año pasado, las ondas tropicales que se formaron cerca del continente africano no tuvieron el empuje de los vientos ni las condiciones para evolucionar como huracanes y colocase en la vieja ruta del Caribe y estos viraron hacia el norte tomando las profundidades del mar Atlántico.
El patrón de traslado de los huracanes en la cuenca del Atlántico se hace cada año más impredecible y el aporte pluviométrico de estos fenómenos a la zona del Caribe se hace cada año más escaso y las Antillas Mayores como Cuba, Santo Domingo y Jamaica sufren en los dos últimos lustros un déficit pluviométrico cada vez mayor.
En la temporada ciclónica del año 2,017 considerada como hiperactiva por la cantidad de huracanes que se formaron en la cuenca del Atlántico los huracanes Irma y María impactaron a las Antillas Menores y Puerto Rico y cambiaron su ruta este-oeste por un noreste o casi un norte franco pasando al norte de Santo Domingo, dejando muy pocos lluvias en el país.
El cambio climático ha afectado a una serie de fenómenos que han cambiado el comportamiento de los huracanes cambiando su curso y alejándolo de la ruta tradicional de la cuenca del Caribe ocasionando este largo ciclo de sequía en la región.
La buena noticia de que esta temporada ciclónica estará más activa que la del año pasado nos augura suficientes lluvias para llenar los embalses. Y en septiembre que es el mes de máxima actividad de la temporada ciclónica las presas esperan las lluvias.