A ritmo de violonchelo, saxofón y palabras llenas de esperanza fueron sorprendidos pacientes y sus familiares, médicos, enfermeras y el personal administrativo del Hospital Regional Docentes José María Cabral y Báez.
Los pacientes que esperaban su turno en consultas externa al igual que los que estaban en tratamiento en el Departamento de Hemodiálisis y UCI, recibieron la interpretación de varias canciones por los músicos Pablo Polanco y Jorge Zouain.
Las canciones iniciales con letras motivadoras fueron “Alaba a Dios”, ‘’Levanto mis manos, ‘’ Paz en la tormenta’’ y otras.
Este acto de amor al prójimo contó con el apoyo de Laboratorio de Aplicaciones Médicas (Lam).
Anubis Cáceres, Gerente de Marketing, de Lam, explicó, que la idea surge luego de que Pablito, una persona relacionada al laboratorio se acercara a la empresa con el proyecto, el cual fue visto como muy positivo y por eso decidieron brindar todo el apoyo a esta iniciativa.
Explicaron, además, que Lam se motivó debido a la ansiedad que vive la gente por la pandemia y la presión social de la actualidad, observaron que era viable llevar este tipo de actividad a los centros de salud que lo requieran.
El doctor Manacés Peña, quien es el director médico del centro de salud, fungió como moderador del evento, donde recordó el papel que juega la música como terapia musical a los enfermos e invito a los diferentes directores del centro hospitalario de la ciudad a gestionar esta actividad para que otros puedan vivir momentos como estos.
El doctor Bernardo Hilario, director del hospital agradeció el gesto de solidaridad y amor para los pacientes y empleados del Cabral y Báez.
“Nosotros agradecemos a Laboratorio de Aplicaciones Médicas (Lam), por traer este motivador gesto de amor a nuestros pacientes, esta es una forma de manifestarle a nuestros pacientes que nosotros estamos con ellos en cada momento, que no están solos y que estamos comprometidos con hacer una buena gestión por ellos” con esas palabras se expresó el director del Cabral y Báez.
Reacción de los pacientes
Con sonrisas que se ocultaban bajo las mascarillas, tarareo, lágrimas, baile y otras manifestaciones emocionales, se pudo observar la satisfacción de los pacientes.
Amado Antonio Morel, paciente que, con bastón en mano, espera su turno con el cirujano, dijo: ‘Estoy emocionado y contento, no esperaba que esta mañana fuera así de linda’’ manifestó
También se pudo observar: una doña que se paró de su asiento para bailar y cantar, otra que lloraba en silencio, un joven que detuvo su silla de ruedas para sonreír y decir que estaba muy feliz.