Luis González Fabra
Hay que ser muy tonto o no tener ningún conocimiento de cómo funciona el sistema presidencial en nuestra democracia caribeña para no darse cuenta que el lamentable espectáculo presentado por Jean Alain Rodríguez en el Consejo Nacional de la Magistratura contra la jueza Miriam German tiene la aprobación y la complicidad del Presidente Danilo Medina.
De no haber sido así el Presidente Medina, actuando como Presidente del Consejo de la Magistratura y a quien se le supone conocedor del reglamento aprobado para la evaluación de los jueces, hubiera interrumpido al acusador y abusador Procurador llamándole la atención sobre la violación que estaba cometiendo.
Por el contrario, Medina, igual que el Presidente del Senado, Reynaldo Pared Pérez, y el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano German, guardaron un vergonzoso silencio.
Los tres conocían bien este texto: “Las comunicaciones y/o documentos que se remitan al CNM, como objeción o reparo a un aspirante, nunca podrán ser anónimas y estas deberán contener los datos de quienes las formulen; estas deberán estar motivadas y avaladas con las pruebas que respalden cualquier situación imputable al Candidato, y su finalidad es contribuir a la toma de decisión del CNM”
“Las objeciones y reparos presentadas deberán ser presididas ANTES de iniciar las vistas públicas”.
Cuál es la razón por la que guardaron silencio?. Los tres conocían de antemano lo que el Procurador estaba haciendo en ese momento.
Lo que hay detrás de todo esto no es otra cosa que el interés del presidente Medina de que la jueza Mirian German no aceda a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia y si es posible, que deje pertenecer a ese organismo judicial.
El Presidente Medina quiere su Suprema Corte igual como quiso su Congreso.
No importa si se va a reelegir o no. Si no se reelige quiere tener en la Suprema amanuense como lo tiene Leonel. Y si se reelige, mejor todavía para desde allí manipular todo el sistema judicial.
Felizmente todo el aparataje le ha salido mal al habilidoso presidente ya que gracias a la irresponsabilidad del Procurador que quiso pasar un ladrillo por debajo de la puerta presentando sus propias querellas como cartas de anónimos, la opinión pública ha rechazado la vulgar estratagema para apuntalar el blindaje judicial de presidente Medina y el grupo que le acompaña en el poder.
Empinados haciendo “surfing” en la ola del poder no se dan cuenta, ni siquiera perciben, la marejada inmensa de disgusto popular que se les viene encima cuya espuma ahogara sus lamentos a la hora de contar los votos en las elecciones venideras.
Pueden hacer e inventar cuantas travesuras se les ocurran. No importa. El electorado de este pueblo nuestro no tolera ni soporta un tercer periodo de un régimen mentiroso plagado de corrupción como el que de mala manera administra el Estado actualmente.