Por Luis González Fabra
La presencia en nuestro país del Ministro de Relaciones Exteriores de China y la visita del presidente Danilo Medina a ese país, la cual podría ocurrir a finales de octubre próximo, cierran el capítulo inicial de la relación diplomática recién iniciada entre las dos naciones.
El diplomático chino vino para asistir a la apertura de la embajada de su país y conversar con el presidente Medina. En su portafolio de viaje trajo, redactados para su revisión, los acuerdos que Medina firmara con el Presidente Chino cuando este le reciba el mes que viene.
Aunque no hay información oficial sobre los acuerdos a firmar y que áreas de la actividad económica del país afectaran, algunos detalles han logrado superar el estricto hermetismo con que el gobierno guarda esta información.
Hay varios acuerdos que se cree podrían ser los primeros en ponerse en práctica una vez los dos jefes de estado los firmen y las respectivas cancillerías los pongan en ejecución. En el caso dominicano esto no estará a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores sino que es una responsabilidad asignada a la oficina creada para tales fines en el palacio de gobierno bajo el control del Ministro Administrativo de la Presidencia José Ramón Peralta.
En uno de esos acuerdos se creen que el gobierno dominicano cederá a empresas chinas el control del puerto de Manzanillo, ubicado en el noroeste del país y que actualmente se utiliza para la exportación de banano orgánico hacia Europa.
El puerto de Manzanillo fue concesionado por el entonces presidente Leonel
Fernández a la Corporación de Zona Franca de Santiago que administra como Director Ejecutivo el empresario Miki Lama.
Esa concesión le fue quitada a los santiagueros al poco tiempo del Presidente Medina tomar el poder en su primer periodo. Y aunque Medina declaro en más de una ocasión tener planes con el puerto de Manzanillo nunca los ha revelado.
El puerto de Manzanillo seria por donde los chinos exportarían hacia Estados Unidos su manufactura producida en fábricas que instalaran en la zona y otras que ingresaran al país para esos fines.
Según las informaciones disponibles en la primera etapa esa operación pretende crear unos diez mil empleos los cuales tendrían un fuerte impacto en la región. En Mao, Valverde, se harán inversiones considerables para establecer un centro de producción de alimentos y una fábrica de cigarros con capacidad para suplir una parte importante del mercado chino.
Varias fuentes oficiales y no oficiales aseguran que el principal acuerdo, en el que más interés ha puesto el Presidente Medina, es la compra por el país asiático del cincuenta por ciento de la deuda externa que nos agobia alcanzando casi el 40 ciento del Producto Interno Bruto.
De confirmarse esta información ello significaría una enorme inyección de oxígeno para el gobierno, tanto, que podría incidir en la decisión del Presidente Medina en buscar un tercer periodo gubernamental.
En el gobierno hay quienes estiman que la inversión China en nuestro país podría alcanzar los diez mil millones de dólares en los primeros años.
Otro aspecto importante en el que se está poniendo mucha esperanza es en el aumento de las exportaciones .
Nosotros le estamos comprando a los chinos 1,500 millones de dólares al año mientras le vendemos apenas 140 millones. Tal desbalance comercial se espera que mejore sustancialmente y que el país pueda aumentar sus exportaciones a por lo menos 500 o mil millones de dólares en los primeros tres años de funcionamiento de los acuerdos.
La discreción oficial con la que se maneja el tema chino alrededor del cual hay agentes comerciales, nacionales y extranjeros, rondando como buitres dispuestos a devorar la presa, quedara a descubierto con el viaje presidencial y publicación de los protocolos firmados por los dos mandatarios en ocasión de su encuentro oficial.