La República Dominicana vive uno de los peores momentos en términos de transparencia, integridad y seriedad, así como de una gran irrupción de antivalores que ha erosionado principios de credibilidad, confianza y seguridad entre ciudadano, institución y gobierno.
La Organización de los Estado Americanos (OEA) no es el mejor referente de credibilidad, confianza y seriedad para arrojar un resultado fidedigno que convenza a los demás en algún proceso de investigación, y tener recurrir a ella; demuestra el estado de gravedad que existe en el desempaño institucional de la República Dominicana.
La OEA, antigua Unión Panamericana, fue ideada por James G. Blaine, secretario de Estado en el gobierno Benjamín Harrison y considerada como uno de los funcionarios más corruptos y ladinos que tuvo la gestión de Harrison por haber hecho negocios espurios a través de sus funciones públicas.
Es tanto así, que la República Dominicana fue una de sus víctimas para hacer negocios oscuros con empresarios estadunidenses con el Estado dominicano, con el primer préstamo que solicitó el Estado dominicano a la casa de Hatmont & Compañía, de Londres, y que luego vendió sus acreencias sobre el Estado dominicano a la Westendorp & Compañía, holandesa, y ésta terminado vendiendo las suyas a la Santo Domingo Improvemet, estadounidense.
Años después de que la Westendorp transfiera sus acreencias a la Santo Domingo Improvement sobre el Estado dominicano, Mr. James Blaine, el ideólogo de la OEA, había creado las condiciones detrás de los jefes de la Improvemet para obligar el Estado dominicano firmar con todos los bienes del Estado dominicano como garantía del préstamo, el cual incluía los derechos de aduanas, que luego terminó tomando el control la administración de los ingresos aduaneros durante muchos años.
La OEA siempre ha estado en tela de juicio su credibilidad y confianza, y así lo demuestra la salida de algunos países de dicha organización, tal fue el caso de Cuba, cuando el ex comandante Fidel Castro, calificó con las siguientes palabras la dependencia que exhibe la OEA: “La OEA, el ministerio de colonias yanquis, nació en Colombia y sobrevive en Washington”.
Sadam Suriel Del Orbe