En un contexto donde las proteínas dominan el foco nutricional, un nutriente esencial para el bienestar general, la fibra, a menudo es relegado en la dieta diaria. Sin embargo, estudios recientes subrayan su papel crucial en la salud, asociando su insuficiencia con el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y cáncer de colon.
Además de sus beneficios conocidos para la digestión, la fibra tiene un papel clave en la salud mental y la función cognitiva, especialmente en adultos mayores. Según la doctora Emily Leeming, nutricionista, cada 5 gramos adicionales de fibra en la dieta pueden reducir el riesgo de depresión en un 5%, gracias a los ácidos grasos de cadena corta que produce el microbioma intestinal al digerir la fibra. Estos ácidos grasos tienen un efecto antiinflamatorio en órganos como el cerebro y el corazón, protegiendo también el sistema nervioso.
Salud intestinal: más allá de la digestión
La fibra, en sus formas insoluble y soluble, facilita la función intestinal y alimenta a trillones de microorganismos en el intestino, el microbioma, esencial para la salud general. Estos microorganismos, al digerir la fibra, producen ácidos grasos con efectos antiinflamatorios que benefician no solo al sistema digestivo, sino también al corazón, cerebro y pulmones.
Un estudio del King’s College de Londres, publicado en Nature Communications, encontró que el consumo diario de fibra aumenta la cantidad de bacterias beneficiosas, como el Bifidobacterium, fortaleciendo la salud intestinal y la inmunidad. Además, la doctora Mary Ni Lochlainn demostró que el consumo de fibra mejora la memoria en adultos mayores, reduciendo signos tempranos de Alzheimer en quienes consumen suplementos de fibra frente a quienes no lo hacen.
Para obtener estos beneficios, los expertos recomiendan incrementar la ingesta de fibra de manera gradual, a través de una variedad de fuentes como frutas, verduras y granos, para evitar efectos secundarios como hinchazón. Según la nutricionista Federica Amati, cada fuente de fibra alimenta diferentes bacterias en el microbioma, lo que potencia la diversidad y la salud de esta comunidad esencial para el bienestar físico y mental.