TAMBORIL.- Julio Rosario Comprés, tres veces síndico de este Municipio, una de cuyas gestiones lo convirtió en unos de los mejores de la historia de este pueblo, diez años como regidor y empleado en varias instituciones públicas, incluyendo la Compañía Anónima Tabacalera (CAT), solicitó su pensión al gobierno del Presidente Luis Abinader.
Rosario Comprés, uno de los políticos tradicionales que se pasó la mayor parte de su vida sirviéndole a la administración pública y salió sin dinero, espera que el jefe de Estado acoja su solicitud, la cual le envió a través del alcalde Anyolino Germosén, una de las figuras políticas importantes arrebatadas al opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Laboró en el Estado más de 30 años. El ex ejecutivo municipal, que también presidió muchos años el Comité Municipal del Partido Reformista (PR), depende económicamente del apoyo de algunos de sus hijos.
Luego de que el Presidente Joaquín Balaguer transformó al PR en Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), también lo dirigió. Ramón Rosario (Papito), era el secretario general del Comité Municipal.
Rosario Comprés comenzó sus actividades en la administración pública, como encargado de la Biblioteca Municipal del Ayuntamiento de Tamboril. En 1982, fue postulado para suplente a síndico, acompañando a Rafael Guareño, candidato a la Sindicatura, quien antes de las elecciones renunció y viajó a Estados Unidos.
Al originarse la renuncia de Guareño, Rosario Comprés fue movido a la candidatura a la Sindicatura, la cual ganó.
Llegó a la Sindicatura con el equipo de regidores que ya había escogido el PR para acompañar a Guareño. Presidió la Sala Capitular del Ayuntamiento Municipal, el electo regidor Idelfonso Germosén (Ide), ya fallecido.
Los otros cuatro restantes regidores de esa gestión, fueron Bienvenido Aybar (fallecido), por el PR, el comerciante Sergio Santana y Juan Estrella (fallecido el último), por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y José Ramón Ureña, por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Se juramentó y luego se trasladó cerca del Ayuntamiento, a un pequeño restaurant llamado La Yuca, donde celebró su primer triunfo junto a regidores, dirigentes del PR y amigos.
Le tocó dirigir la Sindicatura en los tiempos que esas instituciones dependían de sus propios presupuestos y pequeños aportes que hacía la Liga Municipal Dominicana (LMD), pero aún así fue exitoso porque fue un funcionario gestionario. También, conciliador.
De los tres períodos como síndico, el que llevó a Rosario Comprés a la cima fue el de 1986-90, una época de muchos conflictos políticos en el Ayuntamiento, basados en luchas por la distribución de las obras y los beneficios sociales a favor de los sectores que representaban los intereses de un acuerdo de partidos.
Como el PR sólo obtuvo dos regidores de los cinco que en esa ocasión tenía el Ayuntamiento Municipal de Tamboril, el síndico Rosario Comprés tuvo que negociar con el vicepresidente, Luis Céspedes Peña, que primero representó al PRD y luego al Partido Revolucionario Independiente (PRI), fruto de la división del llamado Jacho prendío.
Ese acuerdo conllevó, en la primera negociación, la presidencia del Ayuntamiento compartida dos años cada partido. Comenzó con la presidencia de Idelfonso Germosén del PR. Esa negociación les aportó al PRD y el PRI un 40 por ciento de los empleos, el 40% de las obras presentadas por los negociadores y un 35 por ciento del Plan Social.
Cuando llegó el segundo año, que a Céspedes Peña le tocaba dirigir el Ayuntamiento, los reformistas se opusieron y prefirieron seguir negociando. El dirigente del PRD y luego del PRI, Marcos Martínez, asesoraba al grupo del vicepresidente Céspedes Peña.
El cuarto año, que también le correspondía a Céspedes Peña dirigir el Ayuntamiento no pudo ocupar la posición, los reformistas hicieron lo mismo, por lo que hubo nuevas negociaciones por obras, empleos y el Plan Social, lo que originó que las ofertas llegaran a casi el 50%, incluyendo a los alcaldes pedáneos.
Los reformistas decidieron negociar y no ceder la presidencia del Ayuntamiento, porque temían por la cancelación a todos sus empleados, lo que nunca pasó por la mente de Céspedes Peña, quien se convirtió en protector de todos los servidores de la institución.
Para cumplir con los empleos, Céspedes Peña propuso organizar el Ayuntamiento por departamentos. No había ni uno. Se crearon la Inspectoría de carnicerías, Ornato, Obras Públicas, Jefe de alcaldes pedáneos, Transporte, una nueva compañía del Cuerpo de Bomberos y otras áreas.
Cada regidor dirigía una comisión de trabajo que laboraba en gestiones con el síndico Rosario Comprés y también tenían que hacer reportes de las necesidades de cada comunidad, para luego llevar las soluciones gestionadas con el Gobierno Central o con aportes del Ayuntamiento.
Fue así como se logró electrificar todos los barrios, la mayoría de las comunidades sub-urbanas y muchas rurales. También, instalar líneas de teléfonos en barrios, comunidades sub-urbanas y rurales, como fueron los casos de Bocas de Licey, Boca de Maizal, Pontezuela, Haina u otras.
Las construcciones y reparaciones de carreteras o calles se hacía los fines de cada semana, que Obras Públicas facilitaba los equipos, cubriendo los gastos el Ayuntamiento.
Para que cada barrio tuviera electrificación moderna, eliminando los “nidos de alambres”, se hizo un acuerdo con la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE). De la misma manera se hizo con la Compañía Dominicana de Teléfonos (CODETEL).
En su gestión se laboró con brigadas de trabajadores para ayudar a los agricultores. Las obras grandes eran gestionadas con el Gobierno Central, porque el Ayuntamiento recibía lo que se puede llamar pesitos. Se Trabajó mucho en las áreas deportivas y otras.
Todos esos logros le produjeron a Rosario Compres el honor de haber dirigido, con el respaldo de los regidores, aunque con muchos conflictos y discusiones, una de las gestiones más exitosas de la historia del Municipio, también alejada de los escándalos de corrupción.
Las actividades culturales recibieron mucho apoyo de esa gestión compartida. Al término de esa gestión, el síndico Rosario Comprés, los regidores Idelfonso Germosén, Trigilio Rosado, Frank Reyes y Salvador Sánchez, salieron enfermos.
Sin excepción, todos, síndico y regidores, salieron endeudados. “Es el triste recuerdo para un grupo de políticos, pero de bien para un pueblo que disfrutó de una gestión exitosa”.