La esperada segunda oportunidad no resultó ser la definitiva. Jennifer Lopez, de 54 años, y Ben Affleck, de 51, han decidido poner fin a su matrimonio, anunciando oficialmente su divorcio tras meses de especulaciones. Aunque la separación se produjo el 26 de abril, ha sido hasta este martes de agosto cuando se ha formalizado el divorcio en los tribunales de Los Ángeles, según reporta TMZ. Jennifer Lopez, sin asistencia legal, presentó los papeles de divorcio en una fecha que, irónicamente, coincide con la del segundo enlace matrimonial de la pareja en Georgia.
55-year-old Jennifer Lopez has filed for divorce from 52-year-old Ben Affleck on the same day as their 2nd wedding anniversary 👀 pic.twitter.com/0QOoPpYlQP
— FearBuck (@FearedBuck) August 20, 2024
Desde hace meses, los rumores sobre la inminente ruptura eran casi una certeza, avivados por la venta de su lujosa mansión en Beverly Hills, adquirida apenas un año antes, y los movimientos de ambos en busca de nuevos hogares. Estos cambios personales también impactaron sus carreras: Lopez canceló su gira a tan solo un mes de su inicio, intensificando aún más las sospechas.
Los tabloides estadounidenses, siempre atentos a cada paso de la pareja, revelaron que Affleck había estado durmiendo en una casa distinta a la que compartía con Lopez, y desde junio, la mansión en Beverly Hills, valorada en 68 millones de dólares, está en venta. Mientras tanto, Affleck ya ha adquirido una nueva propiedad, y en junio, aprovechando un viaje de Lopez a Italia, trasladó sus pertenencias a su nuevo hogar.
El distanciamiento entre ambos se hizo evidente en julio, cuando Affleck no asistió a la celebración del cumpleaños de Lopez en los Hamptons, donde solo estuvieron presentes sus hijos, Emme y Max, y algunos amigos cercanos. Durante ese mismo fin de semana, Affleck finalizó la compra de una mansión de 20 millones de dólares en Los Ángeles, lo que, según algunas fuentes, afectó profundamente a Lopez.
Las señales de una relación deteriorada fueron claras desde mayo, cuando los medios notaron que llevaban casi 50 días sin aparecer juntos en público. Aunque intentaron desmentir los rumores con una aparición conjunta en un evento familiar, su comportamiento distante avivó las especulaciones. En las pocas imágenes captadas de ellos en los últimos meses, se les veía más serios y menos cercanos de lo habitual.
Durante los meses previos a la ruptura, Lopez estuvo ocupada grabando un remake de “El beso de la mujer araña” en la costa Este y promocionando su nueva película, “Atlas”, mientras Affleck, que estaba filmando la secuela de “El contable” en el Oeste, no la acompañó en ningún momento. Su ausencia en la gala del Met en mayo, donde Lopez era una de las anfitrionas, fue otra señal de que la relación no atravesaba su mejor momento.
Actualmente, Lopez está buscando una nueva casa, acompañada por su productora, mientras Affleck se ha instalado temporalmente en Brentwood, a la espera de encontrar un hogar frente al océano en Pacific Palisades. Según personas cercanas a la pareja, la relación se volvió tensa, con constantes discusiones, como se reveló en una entrevista con Page Six.
El lanzamiento de un ambicioso documental sobre su relación en febrero, que le costó a Lopez más de 20 millones de dólares, también parece haber contribuido al distanciamiento entre ambos. En el documental, Affleck reveló que durante años le envió cartas a Lopez, incluso durante su matrimonio con Jennifer Garner, algo que ni siquiera esta última conocía.
Este es el primer divorcio para la pareja, pero no la primera ruptura. Hace 20 años, tras un romance público y muy seguido, Affleck y Lopez cancelaron su compromiso solo cuatro días antes de su boda, debido a la presión mediática. Ambos tomaron caminos separados, Lopez casándose con Marc Anthony y Affleck con Jennifer Garner. Sin embargo, en 2021, la pareja sorprendió al mundo al reconectar y retomar su relación, culminando en su boda en Las Vegas en julio de 2022.
Su segundo matrimonio fue celebrado en Savannah, Georgia, en una finca de Affleck, con la presencia de amigos cercanos y sus hijos. A pesar de los buenos augurios, el tiempo ha demostrado que esta segunda oportunidad tampoco fue suficiente para mantener viva la relación.