MÉXICO(EFE)– Las partículas provenientes de la contaminación puede acelerar infarto al miocardio, ya que la acumulación de las mismas puede producir vasoconstricción y daño severo isquémico, alertó este lunes una investigación mexicana.
El estudio fue realizado por la neuropatóloga e investigadora de la Universidad del Valle de México Lilian Calderón, quien explicó a través de un comunicado que debido a su tamaño nanométrico estas partículas se introducen a través de la inhalación por el tracto respiratorio y son transportadas por el torrente sanguíneo.
Debido a ello, pueden llegar a cualquier órgano, e incluso los bebés en el útero pueden sufrir cambios genéticos.
En su investigación titulada “Nanopartículas magnéticas de contaminación atmosférica derivadas de la combustión -y la fricción- en corazones humanos”, la experta analizó 72 corazones humanos de personas fallecidas en edades de entre 9 y 24 años.
La mayoría de ellos eran residentes de la zona metropolitana de la Ciudad de México, y “a pesar de su juventud, ya presentaban un daño neurovascular significativo y la enfermedad de Alzheimer en evolución”, dijo la especialista.
En el análisis se encontró que estas partículas contienen diferentes materiales orgánicos e inorgánicos, incluyendo endotoxinas y metales que producen un estrés oxidativo importante y alteran cada uno de los organelos del ventrículo derecho e izquierdo.
Esto daña directamente al miocardio y trae alteraciones con consecuencias graves a corto y largo plazo.
La investigadora también encontró que altas concentraciones de magnetita e hidrocarburos poliaromáticos unidos a partículas, especialmente el benzopireno de alto peso molecular formado durante la combustión, pueden causar leucemia.
La experta dijo que esto es preocupante debido a que un niño inhala diferentes volúmenes de contaminantes que un adulto o que una persona de la tercera edad.
Es por ello que los pequeños deben evitar realizar actividades deportivas a las 12 del día.
“Ya que esto provoca que ingrese una gran cantidad de aire contaminado en relación a su tamaño y por sus características tienen un cerebro en desarrollo vulnerable a cualquier alteración neurotóxica”, explicó Calderón Garcidueñas.
Explicó que si no se compensa la inflamación crónica del miocardio y el estrés oxidativo del retículo endoplásmico, se puede estimular el desarrollo de estados cardiovasculares fisiopatológicos en niños y adultos jóvenes en ambientes contaminados.
Resaltó la importancia de atender las recomendaciones de contingencias ambientales, tales como, no exponerse en los horarios pico de contaminantes, evitar exposición durante tiempo prolongado a vialidades con tráfico pesado, no exponerse a quema de madera, ni de petardos.
Mientras que en los niños, dijo, es imprescindible que realicen ejercicio en ambientes cerrados, tomar vitamina D y tener dieta basada en verduras, nueces, almendras, carne en cantidades moderadas, aceite de oliva y evitar bebidas con fructuosa y energéticas.