Una iglesia ubicada en Vancouver quedó envuelta en controversia tras invitar a un artista drag a un conversatorio dirigido a niños, una actividad que ha provocado fuertes críticas y rechazo en redes sociales.
Según versiones difundidas en plataformas digitales, el invitado se dirigió a los menores al iniciar el encuentro con una frase que rápidamente generó polémica: “Oh, chicos, qué placer estar aquí… Una de las cosas del drag es que, a diferencia de Las Vegas, lo que pasa en drag no siempre se queda en drag”.
El evento fue grabado y difundido ampliamente en internet, lo que desencadenó una reacción inmediata de miles de usuarios que cuestionaron la iniciativa. Muchos consideraron inapropiada la presencia de un artista drag en una actividad destinada a menores, y expresaron preocupación por los límites entre educación, religión y los contenidos dirigidos a la niñez.
Hasta el momento, la iglesia no ha emitido un pronunciamiento oficial que explique el propósito del conversatorio ni que responda directamente a las críticas. No obstante, el caso ha reavivado el debate público sobre el papel de las instituciones religiosas en asuntos culturales y sociales, así como sobre qué mensajes y actividades son adecuados para audiencias infantiles.

