La actriz Ruby Barker, conocida por dar vida al personaje de Marina Thompson en la serie Bridgerton, compartió un video en Instagram en el que explica que actualmente se encuentra ingresada en un hospital debido a unos problemas de salud mental sobre los que no quiso entrar a dar detalles.
La buena noticia es que su pronóstico es muy positivo y espera recibir el alta pronto para seguir adelante con su vida.
Ruby habló de su experiencia para ser honesta con todas las personas que la siguen a través de las redes sociales y, con suerte, espera ayudar a cualquiera que se encuentre en una situación similar.
«Ya estoy mejor. Y quiero animar a otros: si están luchando, por favor, háganse un favor. Tómens un descanso, dejen de ser tan duros con ustede mismos. La gente siempre me decía que no fuera tan dura conmigo misma, y nunca supe realmente lo que eso significaba», confesó.
La joven de 25 años no ha hecho público su diagnóstico, aunque prometió que lo hará más adelante. Lo que sí reconoció es que llegó a encontrarse muy mal debido a un «trauma intergeneracional» que le hacía sentir como si tuviera el peso del mundo sobre los hombros. Ruby sabía que no podía seguir así durante mucho más tiempo y se ha propuesto perdonarse, librándose de toda la rabia, la frustración y el enfado para «trazar una línea en la arena», que marque un antes y un después, y darse además un «descanso» de sí misma.
En las últimas semanas se refugió en la música de la cantante australiana Sexton, a quien le ha dado las gracias asegurándole que sus canciones la sacaron de pozos muy oscuros, y también ha agradecido el apoyo que ha recibido de Shonda Rhimes, la creadora de la serie que la ha hecho famosa, añadiendo que tanto ella como Netflix la «salvaron».
Ruby tuvo que abandonar la producción del West End Running with Lions tras contraer el coronavirus y ver cómo su estado mental se deterioraba en consecuencia, pero que ahora quiere retomar su carrera.
«Tengo muchas ganas de cumplir todos mis compromisos y tener una buena carrera y una buena vida. Porque no quiero que mi diagnóstico sea una profecía autocumplida. Quiero sobrevivir y voy a sobrevivir, y lo voy a conseguir. Y tú también. Eso es lo bonito, tú también puedes. Si estás conmigo, estás en buenas manos. Gracias».
