William Reyna Rivas
Después de pasar una de las navidades más triste de la historia de la Republica Dominicana, la crisis en que está sumergido el país por el gobierno que encabeza el Lic. Luis Abinader Corona y el gobierno del Partido Revolucionario Moderno. Nunca antes los negocios en los diferentes puntos comerciales de la segunda ciudad en importancia, Santiago de los 30 Caballeros se había visto una escasez de circulantes, los negocios sin poder vender sus mercancías como en este comienzo de año. se deja sentir el desorden administrativo del gobierno y por los que llevan las riendas administrativas del país, con una política genocida de hambre, miseria y depresión, así lucen los establecimientos comerciales como el café Santo Domingo, La Plaza Internacional y los diferentes establecimientos de comida rápida, hoteles y restaurantes.
Nunca antes en los diferentes gobiernos que ha vivido la Republica Dominicana se había visto una crisis económica tan fuerte para los diferentes sectores de la producción nacional en todos los renglones, los productores de pollos, huevos y gallinas están con el grito al cielo, lo mismo manifiestan los porcicultores, los productores de carnes vacuna, caprina en todo el país.
La población paupérrima del país está desprotegida ya que el gobierno que encabeza el Lic. Luis Abinader Corona, no funcionan los programas sociales y el pueblo sufre inmisericordemente las carestías de los alimentos básicos para la población, la canasta familiar ronda en menor cuantía por los $45,000 pesos y el salario mínimo de un obrero es menos de los $10,000 pesos sin contar con los pagos de los servicios básicos, agua, energía eléctrica, alquiler de vivienda y teléfono.
Los negocios lucen como un cementerio sin cruces, pudiéndose notar la inactivada de la población, ya que no tienen poder adquisitivo para ir de comprar y derecho a la vida se le ha negado a la población, el comercio luce paralizado, las actividades de diversión se encuentran en su más mínima expresión ya sea por la delincuencia rampante o por los altos precios en los restaurantes, hoteles y plazas comerciales.
Visitamos la plaza internacional, local que lucía en otros gobiernos con asiduos visitantes, podemos notar en la fotografía el vacío que hay en ella, y conversando con varios comerciantes alegan que no hay circulante y que hay pocos visitantes como años o gobiernos anteriores. La vida nocturna se encuentra en su más mínima expresión, por la falta de dinero en las calles de la segunda ciudad en importancia de la Republica Dominicana.
