Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- En la elección presidencial de este año, seis partidos compiten por alcanzar la presidencia de los Estados Unidos, que cuenta con un electorado de más de 240 millones de votantes. A pesar de la variedad de postulantes, analistas apuntan que el triunfo se perfila principalmente entre los candidatos de los partidos Demócrata y Republicano.
Kamala Harris, actual vicepresidenta del país, lidera la candidatura Demócrata, mientras que Donald Trump representa al Partido Republicano. Por el Partido Justicia para Todos se presenta el teólogo Cornel West, y Jill Stein, política ecologista, compite por el Partido Verde. Además, Chase Oliver, del Partido Libertario, y Claudia De la Cruz, de los partidos Socialismo y Liberación, completan la lista. De la Cruz, quien aboga por una plataforma marxista-leninista, es hija de padres dominicanos residentes en el Bronx, Nueva York.
Sistema de colegio electoral y complejidad del proceso
El sistema electoral estadounidense no se basa en el voto popular, sino en un modelo de democracia indirecta que data de 1787. En este modelo, los ciudadanos eligen delegados del Colegio Electoral, y el candidato necesita al menos 270 de los 538 delegados para ganar. Los estados con mayor peso en este proceso son California (54 votos), Texas (40), Florida (30), y Nueva York (28), entre otros.
En la historia de EE. UU., se han dado casos en los que un candidato ha ganado el voto popular, pero perdió en el Colegio Electoral. Ejemplo reciente de ello es la contienda de 2016, en la que Hillary Clinton obtuvo casi 3 millones de votos más que Donald Trump, pero perdió la presidencia al no alcanzar los votos electorales requeridos.
Ambiente tenso y refuerzo de seguridad
Los comicios de este año han sido descritos como los más reñidos de la última centuria, lo que ha generado un ambiente de tensión en diversas regiones. A medida que se acerca el día de la elección, la prensa estadounidense ha informado sobre ataques a urnas electorales en distintos estados, aumentando la presión sobre los funcionarios locales y estatales para asegurar un proceso pacífico. En respuesta, la Guardia Nacional ha sido puesta en alerta.
Para el cierre de sus campañas, tanto Kamala Harris como Donald Trump eligieron Pensilvania y Michigan, dos estados clave que podrían definir los resultados en el Colegio Electoral y, con ello, el futuro de la Casa Blanca.