Video del momento en que un general fue hasta un lugar hasta el momento no identificado a reclamar ante la ocupación de unos terrenos, allí le recibió un coronel que al solicitar la documentación trató de escapar y halar su arma de fuego.
En el audiovisual que dura casi 8 minutos se solicita en múltiples ocasiones al coronel que suelte el arma, lo cual se dificulta hasta que un
intermediario le hace entrar en razonamiento.
El coronel fue llevado preso por los demás oficiales.
Se trata de los coroneles Wilson Jorge Sosa Correa, FARD, y el teniente coronel Julián Castillo Ychez, FARD, quienes según un reporte militar fueron conducidos hasta la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto MIDE, J-2, donde supuestamente permanecen detenidos.
En un video que circula en las redes sociales, se observa a los dos oficiales enfrentarse al general de brigada Domingo Alfonso Medina Méndez, ERD, quien funge como gerente de seguridad del Consejo Estatal del Azúcar CEA, cuando éste hacia un descenso en terrenos propiedad del Estado ubicados en la comunidad Baní del Toro, en el municipio San Antonio de Guerra, provincia Santo Domingo.
De acuerdo al parte militar, los coroneles antes mencionados junto a un grupo de civiles, llegaron y penetraron a la parcela 574, distrito catastral número 32, en momento que la brigada comandada por el general hacía investigaciones de los terrenos que supuestamente estaban invadidos.
En ese momento, el general Medina Méndez llamó a la atención al coronel Sosa Correa pidiéndole identificarse y éste se niega a mostrar la identidad de forma correcta y sale corriendo, provocando que el superior comandante ordenará su detención, motivo que generó la sublevación del coronel.
Dentro de los terrenos se produjo una persecución por parte de oficiales subalternos y alistados que acompañaban al general Medina Méndez, cuando el coronel se detuvo y haló su arma de reglamento, una pistola marca Browning, calibre 9 milímetros, número 274205 cargada con formulario 25 de la FARD.
El coronel fue sometido a la obediencia, luego de seis minutos de forcejeo entre éste y los otros militares y que personal civil y militar, que se encontraban allí, le pidiera que entregara el arma, a lo que se negaba violentamente.