Bartolo García
La Fundación Marisol Rivas, en colaboración con la plataforma de bienestar femenino Guerreras Empoderadas, realizó un operativo médico en el municipio de Pimentel, provincia Duarte, orientado a brindar atención y acompañamiento a mujeres sobrevivientes de cáncer de mama y a pacientes que viven con linfedema.
La jornada tuvo como objetivo ofrecer apoyo integral, no solo desde el punto de vista médico, sino también emocional y humano, reafirmando el compromiso de ambas organizaciones con la dignidad y el bienestar de mujeres en condiciones de vulnerabilidad.
Durante el operativo, se entregaron prótesis mamarias externas, brasieres postquirúrgicos y mangas de compresión, insumos fundamentales para mujeres que han sido sometidas a mastectomías o que requieren tratamiento continuo para el linfedema.
Estos recursos contribuyen a mejorar la comodidad, movilidad y calidad de vida de las pacientes, además de impactar positivamente en su autoestima y seguridad personal.
La presidenta de la fundación, Marisol Rivas, expresó que estos artículos representan mucho más que un apoyo médico, ya que permiten a las mujeres recuperar aspectos esenciales de su identidad y fortaleza interior.
“Para muchas mujeres, una prótesis o un brasier adecuado significa recuperar su dignidad, su identidad y la confianza en sí mismas”, manifestó Rivas al referirse al impacto emocional de la iniciativa.
Por su parte, Melissa Cepeda, directora de Guerreras Empoderadas, destacó que acompañar a estas mujeres es tanto un honor como una responsabilidad social.
Cepeda señaló que cada paciente representa un ejemplo de coraje y resiliencia, recordando la fuerza que habita en quienes enfrentan desafíos de salud con valentía.
El operativo fue posible gracias al apoyo de organizaciones aliadas, profesionales de la salud y voluntarios comprometidos, cuya participación permitió ofrecer un servicio organizado y de alto impacto comunitario.
Desde el año 2014, la Fundación Marisol Rivas ha entregado cientos de prótesis, logrando un impacto profundo en la vida de mujeres afectadas por las secuelas físicas y emocionales del cáncer de mama.
Además de la asistencia directa, la fundación desarrolla programas educativos y misiones médicas en distintos países de América Latina, ampliando su alcance y fortaleciendo redes de apoyo sostenibles.
Estas acciones buscan no solo atender necesidades inmediatas, sino también fomentar la prevención, la educación en salud y el acompañamiento continuo de las pacientes.
Las organizadoras resaltaron la importancia de llevar este tipo de iniciativas a comunidades donde el acceso a recursos especializados suele ser limitado.
En ese sentido, hicieron un llamado a la comunidad, empresas y aliados estratégicos a sumarse a la misión mediante donaciones o colaboraciones.
Cada aporte, destacaron, se traduce en cuidados esenciales y en la posibilidad de ofrecer esperanza renovada a mujeres que enfrentan procesos complejos de salud.
Con este operativo, la Fundación Marisol Rivas y Guerreras Empoderadas continúan consolidando su labor social, reafirmando su compromiso con la salud femenina, la solidaridad y el empoderamiento en la República Dominicana.

