Los doce años de Benjamin Netanyahu llegaron a su fin, pero prometió que regresará. A cambio, la coalición de ocho partidos creada por sus oponentes logró su cometido de llegar al poder pues la Knesset, el parlamento israelí, juramentó al ultraderechista Naftali Bennet como primer ministro por dos años. Después de ese plazo, el centrista Yair Lapid le dará relevo
Con 60 votos a favor y 59 en contra, el Parlamento israelí eligió a la coalición opositora para liderar el país. La alianza de ocho partidos que conforma el denominado ‘Gobierno del cambio’ selló el viernes los acuerdos y decidió que Bennett se desempeñara como primer ministro durante dos años. Luego, será reemplazado por Yair Lapid, el artífice de la coalición de gobierno.
Así se acaba un ciclo de dos años de parálisis política, en el que el país celebró cuatro elecciones parlamentarias luego de que el entonces primer ministro Benjamin Netanyahu no lograra las mayorías necesarias para gobernar.
Pero la nueva unión no será nada fácil, pues las ocho colectividades tienen ideologías contrarias y dispares. Incluso, está una minoría árabe que representará el 21% de la coalición.
Sin embargo, tienen puntos en común. Para lograr la alianza, Lapid planteó varias ideas desde evitar movimientos radicales en temas internacionales álgidos, como la política hacia los palestinos; hasta mantener buenas relaciones con Estados Unidos. Así fue que se formó la nueva coalición después de una elección inconclusa del 23 de marzo.
Si bien el discurso de Naftali Bennett en el parlamento se centró principalmente en temas internos de Israel, se alejó momentáneamente de la idea de mantener las buenas relaciones y criticó a Estados Unidos por sus esfuerzos de retomar el acuerdo nuclear con Irán.
“Israel no permitirá que Irán se arme con armas nucleares”, recalcó Bennett, dando a entender que mantendrá la política de confrontación de Netanyahu. A lo que agregó: “Israel no será parte del acuerdo y continuará preservando la plena libertad de acción”.
Asimismo, enumeró como prioridades las reformas en educación, salud, reducción de la burocracia para hacer crecer las empresas, y prometió un regreso a la normalidad después de haber pasado por cuatro procesos electorales en 24 meses, 11 días de confrontación bélica en Gaza, y el brote del Covid-19 que golpeó la economía en 2020.
El ultranacionalista religioso aprovechó para hacer un llamado a la reconciliación nacional a la vez que le agradecía al exprimer ministro por su labor al frente del poder por más de una década. El mandato de Netanyahu fue el más largo que ha habido en Israel.
“Es el momento de pasar el liderazgo de la nación y el Estado a la próxima generación”, comentó al dar inicio a una posible nueva etapa.
Mientras iniciaba la votación, la división dentro del Parlamento fue notoria. Seguidores de Netanyahu fueron expulsados de la sala porque le gritaban a Bennet “vergüenza” y “mentiroso”.
Benjamin Netanyahu no se da por vencido
A su salida del Parlamento, el ahora exprimer ministro dejó un mensaje claro: “Regresaremos pronto”.
Ahora, su partido Likud estará en el lado opositor. “Si está destinado a que estemos en la oposición, lo haremos con la espalda recta hasta derrocar a este peligroso gobierno y volver a liderar el país en nuestro camino”, declaró Netanyahu.
Asimismo, agregó que continuará con lo que considera es su “gran misión de vida”: garantizar la seguridad de Israel.
Netanyahu, que está siendo juzgado por corrupción, sigue siendo el jefe del partido más grande en el Parlamento y se espera que esté atento a que la nueva alianza se equivoque para tener la oportunidad de regresar como primer ministro.
¿Quiénes son los nuevos líderes de Israel?
Bennett es un millonario que invierte en alta tecnología. Además, es un judío ortodoxo que lidera el partido ultranacionalista Yamina, el cual defiende el asentamiento judío en la ocupada Cisjordania. No es novedoso entonces que se oponga a la creación de un estado palestino independiente. También fue ministro de Defensa en gobiernos de Netanyahu.
Por su parte, Yair Lapid será el Ministro de Relaciones Exteriores hasta que le llegue su momento para sustituir a Bennett. Lapid encabeza el partido centrista Yesh Atid (Hay futuro) y es la mente maestra detrás del nuevo gobierno. Fue presentador de televisión en 2012 y ministro de Justicia en tiempos de Netanyahu.
Otra de las figuras más visibles es Benny Gantz, quien se desempeñará como el nuevo Ministro de la Defensa. Él es un exjefe militar que está a la cabeza del partido de centro Azul y Blanco y, en su momento, se posicionó como el político con las mayores posibilidades de reemplazar a Netanyahu.
Incluso, acordó un gobierno de unidad con el antiguo primero ministro. Pero la coalición fracasó siete meses después de haber sido creada debido a la falta de acuerdos en un proyecto de ley sobre el presupuesto israelí. Ahora Gantz se une a la nueva coalición.
Por su parte, Avigdor Lieberman será el Ministro de Finanzas. Lieberman, es un inmigrante de extrema derecha de Moldavia que vive en un asentamiento israelí en la ocupada Cisjordania. Gideon Saar, ocupará la cartera de Justicia, y era el principal rival de Netanyahu dentro del Likud, pero Netanyahu lo mantuvo alejado.
Mansour Abbas, pertenece a la Lista Árabe Unida, y absorberá la minoría árabe de Israel: los palestinos por cultura y herencia pero con nacionalidad Israel.
Con Netanyahu a la espera de que el nuevo gobierno falle, el reto de Bennet y Lapid será cumplir las promesas hechas a sus aliados para mantenerse en el poder.
Con Reuters, AP y EFE