Un nuevo estudio de la Universidad de Baylor, Texas, ha destacado los beneficios notables de dormir 46 minutos adicionales cada noche. Según los hallazgos, publicados en The Journal of Positive Psychology, este incremento en el tiempo de sueño mejora la resiliencia, la gratitud, y el bienestar general de las personas. La investigación, que se llevó a cabo dividiendo a los participantes en tres grupos—uno con privación de sueño, otro con extensión de sueño, y un tercero con patrones de sueño normales—utilizó la actigrafía para monitorear los ciclos de sueño.
Michael Scullin, investigador principal, señaló que las personas que lograron dormir más tiempo reportaron sentir un mayor “propósito en la vida” y mejor estado de ánimo general. En contraste, aquellos a quienes se les redujo el sueño experimentaron una disminución en su estado de ánimo. Además, otro estudio en la revista Sleep Medicine encontró que las personas que duermen entre 7 y 9 horas son más propensas a realizar donaciones benéficas, lo que sugiere un vínculo entre el sueño adecuado y el comportamiento prosocial.
Paralelamente, investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) en su publicación en Neurology, advierten sobre los peligros de dormir mal después de los 40 años, indicando que la falta de sueño de calidad puede envejecer el cerebro en 2.6 años. Este estudio, que involucró a 589 personas con una edad promedio de 40 años al inicio, utilizó escáneres cerebrales para evaluar el envejecimiento cerebral y descubrió que la mala calidad del sueño está vinculada con signos de envejecimiento cerebral.
Estos estudios subrayan la importancia de mantener buenos hábitos de sueño, recomendando un horario de sueño constante, ejercicio regular, evitar estimulantes como la cafeína y el alcohol antes de dormir, y la utilización de técnicas de relajación para optimizar la calidad del sueño. La acumulación de evidencia científica enfatiza que un buen descanso no solo es crucial para la función cognitiva y la salud mental, sino también para el comportamiento social y la longevidad cerebral.