Condado de Manatee, Florida – Las autoridades del condado de Manatee han emitido una alerta urgente ante el inminente paso del huracán Milton, que continúa ganando fuerza y empeorando las condiciones meteorológicas en la región. Este miércoles, el puente Sunshine Skyway, que conecta los condados de Pinellas y Manatee, fue cerrado, y los servicios de emergencia y bomberos ya no están respondiendo a las islas barrera debido al peligro inminente.
Durante una conferencia de prensa, Matt Myers, representante de Gestión de Emergencias del condado de Manatee, advirtió a la población que el tiempo para evacuaciones ha finalizado. “Donde estés ahora es donde vas a permanecer durante el paso de Milton”, afirmó Myers, enfatizando la importancia de no intentar trasladarse en medio de la tormenta. “No te aconsejamos ir a ningún lado en este momento”, concluyó, subrayando que es crucial mantenerse a salvo en refugios o viviendas seguras hasta que pase el huracán.
La situación en Florida sigue siendo crítica a medida que Milton se acerca, con las autoridades instando a la población a seguir las instrucciones de seguridad y mantenerse informada.
Servicios de emergencia cesan operaciones en islas barrera debido al riesgo extremo
El huracán Milton ha generado condiciones meteorológicas extremas en varias zonas de Florida, forzando a las autoridades a suspender los servicios de emergencia y bomberos en las áreas más vulnerables, como las islas barrera. “No podemos garantizar la seguridad de nuestro personal ni de los residentes que intenten movilizarse ahora”, señalaron las autoridades del condado de Manatee, instando a la población a refugiarse y permanecer en sus ubicaciones actuales.
El cierre del puente Sunshine Skyway y la suspensión de las operaciones de rescate subrayan la gravedad de la situación. Las autoridades también recalcaron que las rutas de evacuación están bloqueadas o intransitables debido a las crecientes inundaciones y los fuertes vientos.
Milton, que ha sido clasificado como un huracán de categoría 4, continúa su avance hacia la costa oeste de Florida, trayendo consigo marejadas ciclónicas peligrosas, lluvias torrenciales y vientos devastadores. Se espera que el impacto del huracán sea uno de los más severos en la región en las últimas décadas, afectando a miles de hogares y provocando apagones masivos.
Las autoridades locales han emitido múltiples advertencias instando a la población a prepararse para lo peor, con previsiones de inundaciones significativas y daños estructurales graves. También se han habilitado refugios en zonas seguras para aquellos que no pudieron evacuar a tiempo.