El congresista dominicano Adriano Espaillat, representante del distrito 13 en la Cámara de Representantes del congreso y que organizó tres foros para promover y motivar la participación de los latinos en el conteo 2020 de población y familia, afirmó que la decisión de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) para frenar la continuación del censo, es un intento para sabotear la democracia de Estados Unidos.
Espaillat, sostuvo que el Gobierno de Donald Trump había estado buscando abortar el Censo 2020, lográndolo con la decisión de los jueces conservadores de la Corte Suprema, y el impacto en las comunidades pobres podría ser devastador, además de que se corre el riesgo de que se pierdan dos distritos congresuales.
El último día oficial para llenar el formulario es este jueves 15 de octubre.
“Esta es la primera administración en la historia de los Estados Unidos, que aparentemente no quiere un conteo preciso. Primero, trabajaron fuertemente al principio del conteo del ceso con la pregunta de la ciudadanía, los tribunales fallaron en contra de eso, después le quitan un mes al proceso y afortunadamente una corte federal inferior, nos dio tiempo extra”, añadió Espaillat.
“Ahora vemos que la Suprema Corte nos quita dos semanas o más, aunque no se sabe cómo se va a aplicar esa decisión, aunque ellos pueden decir que solo se cuenten las aplicaciones que se llenaron hasta final de septiembre, pero ¿qué pasará con las aplicaciones que se llenaron hasta mediados de octubre, no cuentan?”.
Dijo que todas las administraciones demócratas y republicanas, siempre han luchado para tener un conteo lo más preciso posible.
“En este caso, se ve que hay una intención de que no sea así por primera vez. Nos quitan dos semanas de conteo, quieren eliminar la posibilidad de que nosotros votemos por correo o con el voto temprano, lo que es un intento para sabotear la democracia por parte de la administración de Trump”, advirtió Espaillat.
Señaló que con la detención del ceso, se pone en peligro el que las comunidades más pobres reciban los fondos que necesitan para mantener importantes programas como salud, educación, empleos, cultura y otros.
“El estado de Nueva York puede perder mínimo $3 mil dólares por hogar y si es una familia de cuatro miembros, serían $12 mil al año, lo que es importante para los fondos de educación, carreteras, transporte público, seguridad ciudadana, que vienen del Gobierno federal y se asignan basado en una fórmula que considera el número de residentes de cada estado”, explicó.
Dijo que en Nueva York específicamente, podrían perderse dos escaños al congreso, posiblemente uno en la parte alta del estado (Upstair) y el otro en la ciudad.
“Y dos distritos eliminados podrían convertirse en uno”, lo que reduciría la representación geográfica, política y legislativa de las zonas afectadas.
Por Miguel Cruz Tejada