Tribunal Superior Electoral: Entre la independencia y la presión política en República Dominicana
El Tribunal Superior Electoral (TSE) es una de las instituciones clave creadas tras la reforma constitucional de 2010, con el objetivo de modernizar y equiparar el sistema electoral dominicano a los más avanzados de América Latina. Sin embargo, su papel como árbitro de controversias políticas lo ha convertido en un blanco constante de críticas y presiones.
El TSE, blanco de controversias y presiones políticas
Al ser una instancia que resuelve disputas netamente políticas, el TSE enfrenta ataques cuando sus sentencias afectan intereses particulares, y es objeto de persecución cuando sus fallos no favorecen al poder establecido. Esta dualidad ha marcado la trayectoria del tribunal en los últimos años.
Los jueces del tribunal, conscientes del riesgo que implica denunciar estas presiones, a menudo optan por la prudencia. No obstante, la realidad es clara: el TSE ha sufrido un estrangulamiento financiero por parte del Gobierno, que lo considera “desafecto” debido a decisiones contrarias a los intereses del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y sus aliados.
Presupuesto y tensiones políticas tras decisiones electorales clave
Para ilustrar esta situación, basta recordar que en octubre pasado el TSE recibió su asignación presupuestaria apenas un día después de desestimar un recurso presentado por el expresidente Leonel Fernández. Este recurso buscaba impedir que la Junta Central Electoral proclamara ganador a Gonzalo Castillo en las primarias del 6 de ese mes.
Antes y después de ese episodio, el tribunal ha vivido en la incertidumbre financiera. El poder político interpretó aquella sentencia como una señal de sumisión del TSE, esperando que todas las futuras decisiones en casos que involucraran al PLD y sus aliados fueran favorables. Sin embargo, esta expectativa ha quedado frustrada.
Sentencias ajustadas a la Constitución, no al poder
Desde entonces, el TSE ha emitido fallos consecutivos que, lejos de favorecer exclusivamente a Leonel Fernández, se han ajustado estrictamente a la Constitución y las leyes electorales. Curiosamente, estas decisiones han beneficiado al expresidente y líder del nuevo partido Fuerza del Pueblo, una fuerza política que el peledeísmo teme, aunque públicamente lo niegue.
Respuesta del oficialismo: presión financiera y bloqueo presupuestario
La incapacidad para controlar al TSE ha generado frustración en la dirigencia oficialista. La sentencia 100-2019, que confirmó que Leonel Fernández no tiene impedimento legal para ser candidato por su bloque político, fue un punto de inflexión. El oficialismo entendió que ese vasallaje ya no sería posible.
Ante esta realidad, el Gobierno optó por el estrangulamiento financiero del tribunal, retrasando la entrega de su presupuesto y negándole un aumento necesario para 2020, un año que se anticipa lleno de conflictos electorales, especialmente por el proceso de febrero.
Conclusión
El Tribunal Superior Electoral se mantiene como un actor clave en la democracia dominicana, enfrentando presiones políticas y financieras que ponen a prueba su independencia. Su rol en los próximos procesos electorales será determinante para la transparencia y legitimidad del sistema electoral.
Por Nelson Encarnación
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