Erdogan visita la zona afectada por los seísmos | Las autoridades registran más de 53.600 heridos | Los temblores ya son los más mortíferos de la última década
La cifra de víctimas mortales de los dos terremotos de magnitud 7,8 y 7,5, respectivamente, que sacudieron el lunes el sudeste de Turquía y el noroeste de Siria sigue subiendo hasta superar los 11.100 decesos. Las autoridades turcas han informado este miércoles de que al menos 8.574 personas han muerto, mientras que en Siria hay alrededor de 2.500 fallecidos (1.280 en las zonas en manos de los rebeldes y 1.250 en los territorios controlados por el Gobierno). Esta nueva cifra de muertos convierte los temblores en los más mortíferos de todas las otras catástrofes sísmicas del último decenio. Los heridos en ambos países suman más de 53.600. Los equipos de rescate siguen trabajando para intentar salvar a las personas atrapadas bajo los escombros. “La magnitud de la devastación está más allá de nuestra capacidad”, lamenta una portavoz de los Cascos Blancos, la Defensa Civil Siria. “Estamos haciendo todo lo posible para recaudar fondos de todas las fuentes posibles y coordinarnos con otras organizaciones de la sociedad civil sobre el terreno”, añade. Más allá de las 72 horas después de los terremotos, las posibilidades de hallar personas con vida se reducen considerablemente, más aún teniendo en cuenta las bajas temperaturas que se registran durante la noche. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha aterrizado en el aeropuerto de Kahramanmaras para visitar la zona afectada. Tiene previsto ir al campamento establecido en la capital provincial para los damnificados y, posteriormente, se desplazará a Pazarcik, Elbistan y Hatay.