Hemos repetido muchas veces la necesidad de combinar una alimentación saludable con una rutina de ejercicios, ¿verdad? Pues parte de esa rutina puede ser el running. Muchas personas disfrutan de salir a correr por las mañanas, pero también cometen el error de hacerlo en ayunas. Lo recomendable es hacerlo después de desayunar, pero eligiendo bien lo que se come.
Antes de salir a ejercitarte deberías planificar tu desayuno para que no tengas picos de glucosa, no te deshidrates y tengas la energía necesaria tanto para la realización del ejercicio como para la recuperación. Es por esto que debes reducir el consumo de azúcar y priorizar los hidratos complejos, que son de asimilación lenta.
En este sentido, una buena opción es aquella que combina cereales integrales, pseudocereales como el amaranto o la quinoa o frutas diversas frescas. A la hora de mantener la hidratación, es bueno acompañar con leche y beber agua. Si prefieres desayunar algo salado, puedes incluir huevo y verduras bien cocidas.
Puedes agregar también frutos secos, en cantidades pequeñas, semillas o legumbres. Por último, pero no menos importante, debes comer al menos 40 minutos antes de salir a correr.