Washington, D.C. – La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en las recientes elecciones presidenciales de 2024 marca un cambio significativo en el panorama político, particularmente entre los votantes de ingresos bajos y aquellos sin educación universitaria. Según expertos, este fenómeno refleja una transformación económica y social que ha impactado a sectores clave de la población durante décadas.
Un cambio en el mapa político
En las elecciones de noviembre, el 50 % de los votantes con ingresos familiares menores a 50,000 dólares anuales eligieron a Trump, en contraste con el 48 % que respaldó a la demócrata Kamala Harris. Esta cifra evidencia un giro respecto a 2020, cuando el entonces presidente Joe Biden obtuvo el apoyo del 55 % de este grupo, 11 puntos más que Trump.
El cambio es más notorio al analizar el respaldo histórico a los demócratas. En 2016, Hillary Clinton superó a Trump en este segmento por 12 puntos porcentuales, y en 2012, Barack Obama aventajó a Mitt Romney por un margen del 22 %.
En cuanto a los votantes blancos sin título universitario, Trump obtuvo un abrumador 66 % de apoyo en 2024, consolidando su conexión con este sector, mientras que Harris capturó el 53 % del voto de blancos con estudios universitarios.
El declive económico de los hombres blancos sin estudios
El análisis de medios como The New York Times destaca que los hombres blancos sin educación universitaria, que en 1980 ganaban un 7 % más que el trabajador promedio, hoy tienen ingresos que están más de un 10 % por debajo de la media nacional.
Este declive se atribuye a la transformación de la economía estadounidense, que ha migrado de la manufactura al sector de servicios y trabajos tecnológicos. Empleos tradicionales como los de maquinista o metalúrgico, dominados por hombres blancos sin estudios superiores, han disminuido en relevancia frente a profesiones como el desarrollo de software o el análisis financiero, que ofrecen mayores salarios y están ocupados mayoritariamente por trabajadores con formación universitaria.
Las promesas de Trump
Durante su campaña y en declaraciones recientes, Trump aseguró que su administración protegerá los programas sociales destinados a los sectores más vulnerables. En una entrevista con NBC News, afirmó: “No vamos a tocar la seguridad social, aparte de hacerla más eficiente. La gente seguirá recibiendo lo que tiene”.
Anna Kelly, portavoz del equipo de transición de Trump, señaló que los votantes eligieron al republicano “por sus planes para reducir los costos, acabar con la sangría financiera que suponen los inmigrantes ilegales para nuestro sistema sanitario y garantizar que nuestro país pueda seguir atendiendo a los ciudadanos estadounidenses que dependen de Medicaid, Medicare y la seguridad social”.
Perspectivas futuras
El cambio en las preferencias políticas según el nivel educativo refleja un reajuste que ha estado gestándose durante décadas. Mientras los votantes con educación universitaria se inclinan cada vez más por los demócratas, los republicanos han encontrado en los electores sin título universitario una base sólida de apoyo.
La pregunta que persiste es si la administración de Trump podrá cumplir las expectativas de este sector en declive económico, o si estas promesas se enfrentarán a los desafíos de un panorama fiscal complejo y una economía que sigue evolucionando hacia sectores de alta tecnología y servicios especializados.