La educación es vital en un paciente con diabetes. Es muy importante que el paciente se eduque y sepa adaptar la patología a su estilo de vida. Debe conocer lo que puede comer y beber, al hacerlo en las cantidades permitidas de la mano del especialista médico que lo asiste.
A propósito de ser agosto El Mes de la Diabetes, es necesario crear conciencia sobre esta enfermedad que cada vez afecta a mayor número de personas.
Aprender a alimentarse midiendo las porciones de cada grupo de alimentos ( proteínas, carbohidratos y lípidos) le permitirá al paciente comer sin miedo alguno y siempre tomando en consideración que no debe olvidar su medicación y su monitoreo continuo de glucosa, dice la doctora Danae Pérez Balbuena, diabetóloga y nutrióloga.
Resalta que no se puede olvidar que el alcohol contiene calorías vacías que solo favorecen a aumento de tejido graso en el cuerpo y su ingesta en exceso puede provocar complicaciones graves en el paciente diabético.
Pero, qué hay del hambre, es cierto que es un síntoma de la diabetes. Para la especialista el punto de atención debe encaminarse hacia que el paciente debe reconocer que el aumento de la sensación de hambre también puede ser causado por malos hábitos de alimentación, afecciones psiquiátricas o estados de ansiedad.
“En el paciente diabético se presenta lo que se conoce como polifagia, la cual se describe como un aumento patológico de sensación de hambre y apetito, ya que gracias al descontrol metabólico que puede presentar esa persona diabética hay una disminución de la utilización de los hidratos de carbono o nutrientes por parte de la célula, por la resistencia a la insulina la cual es la encargada de permitir la entrada de ese nutriente a la célula el cual será utilizado como energía para el organismo; por eso sienten mucha hambre y ganas de comer ya que el organismo interpreta que no tiene energía y debe alimentarse para conseguir esa energía que le falta”.
Lo que no se puede olvidar
Los pacientes diabéticos siempre deben recordar utilizar su medicación diaria, monitoreo estricto de su glucosa, ejercitarse si su condición lo permite y estar alertas ante cualquier sintomatología de descompensación para que pueda asistir al centro de salud de una manera oportuna.
Los prediabéticos nunca deben olvidar que su condición no les permite realizar trasgresión alimentaria y abandono de una actividad física rutinaria; de esa forma evitarían la progresión a una diabetes.