Cómo China desbancó a EE. UU. como líder mundial del comercio
Por Pavel De Camps Vargas
La balanza global del comercio internacional ha experimentado un cambio dramático en las últimas décadas, con un claro vencedor: China. En el año 2000, Estados Unidos dominaba ampliamente con un comercio total de 2 billones de dólares, cuadruplicando los modestos 474 mil millones de China. Veinticuatro años después, la imagen es radicalmente distinta.
Entre el año 2000 y 2024, el comercio de EE. UU. creció un 167%, alcanzando un valor total de 5.3 billones de dólares. Sin embargo, este impresionante aumento palidece al lado del monumental ascenso chino: un crecimiento del 1,200% hasta alcanzar los 6.2 billones de dólares. Este hito se materializó inicialmente en 2012, cuando China superó por primera vez a EE. UU. como líder mundial del comercio internacional.
En el mapa económico mundial actual, China domina como socio comercial principal en la mayoría de las regiones del planeta. Desde África hasta Europa, América del Sur y amplias regiones de Asia y Oceanía, el gigante asiático se ha convertido en el motor económico clave, desplazando progresivamente la influencia norteamericana.
La estrategia china se ha sustentado en varias columnas clave: grandes inversiones en infraestructuras globales bajo la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda (Belt and Road Initiative), agresivas políticas de exportación, acuerdos comerciales estratégicos con países emergentes y una inmensa capacidad productiva que satisface la demanda global en sectores críticos como tecnología, manufactura y textiles.
Mientras tanto, la política estadounidense se ha visto limitada por disputas comerciales, imposición de aranceles y políticas proteccionistas que, según analistas, han obstaculizado su capacidad de mantener el liderazgo global.
Los datos no dejan lugar a dudas sobre este nuevo panorama: China exporta bienes por valor de más de 3.5 billones de dólares y tiene importaciones por 2.5 billones de dólares en 2024, superando claramente los 2 billones en exportaciones y 3.2 billones en importaciones estadounidenses. Este cambio en la dinámica del comercio global es mucho más que una mera cuestión económica: es un desplazamiento geopolítico con profundas implicaciones en la influencia internacional.
A medida que China consolida su posición, el mundo observa atentamente cómo se reconfiguran las alianzas, políticas y economías. Mientras EE. UU. busca reenfocar su estrategia económica global, el planeta se enfrenta a un escenario inédito, en el que las reglas del comercio mundial, por primera vez en generaciones, se escriben con tinta china.