Dieciocho momias de reyes y cuatro de reinas del Antiguo Egipto fueron reverenciados en ciudad El Cairo y trasladados al recién remodelado Museo de la Civilización Egipcia, que cuenta con mejores tecnologías para alargar su existencia. Entre los restos estaban los de la reina-faraona Hatshepsut y el famoso rey Ramsés II, en un ‘Desfile Dorado’ con el que el Gobierno intentó relanzar el turismo en el país.
Tal como en la antigüedad. Con escoltas a caballo y con sacerdotes, los sarcófagos de hasta 22 faraones y reinas fueron trasladados este sábado 3 de abril por las calles de El Cairo, a bordo de vehículos blindados y decorados. La comitiva de momias partió del Museo Egipcio (Museo de Antigüedades) para llegar hasta su nueva morada, el Museo de la Civilización Egipcia, donde contará con una galería propia y con las mejores condiciones y tecnologías para prolongar su existencia.
El espectacular evento, preparado desde hace meses y denominado ‘Desfile Dorado’, recorrió la plaza Tahrir, adornada para la ocasión con estandartes e iluminada con antorchas y luces de colores. Al tiempo, la orquesta sinfónica de la Ópera de El Cairo y un grupo de tambores acompañó con música dichos fastos.
A su llegada a su nuevo hogar, las momias fueron recibidas por una salva de cañones. Por el momento, los restos serán reservados para reposar y evitar cualquier daño en sus tejidos. Solo hasta el 18 de abril podrán llegar a ser expuestos.
Un traslado en “cápsulas de nitrógeno”
Al tratarse de reliquias tan importantes y delicadas, los organizadores del evento no dejaron cabo suelto para protegerlas. En conversación con EFE, Ismail Mustafa, jefe del laboratorio de conservación del Museo de la Civilización Egipcia, explicó que las momias reales fueron transportadas en “cápsulas de gas nitrógeno”.
Para el traslado se iniciaron estudios en 2017 y en semanas pasadas se realizaron varios ensayos con otras momias. Los restos transportados este sábado pertenecen, en su mayoría, a la XVIII Dinastía, que abarca el periodo entre 1550 y 1295 a. C., y entre ellas se encuentra la momia de la reina Hatshepsut, primera mujer que gobernó el imperio faraónico. Si bien, “la primera de las nobles damas” nunca pudo asumir el poder por ser mujer, lo hizo en nombre del hijo de su marido, Tutmosis II. Otras tres reinas de la misma dinastía que desfilaron fueron Tiy, Meritamun y Ahmose-Nefertari.
Las otras 18 momias pertenecen a reyes: cinco de la XIX Dinastía, de 1295 a 1186 a. C., entre los que se hayan el famoso rey Ramsés II, además de los de Ramsés III, IV, V, VI y IX, todos ellos gobernantes de la XX Dinastía, que comprende entre 1186 y 1069 a. C.
Todos los restos fueron hallados a finales del siglo XIX, en la necrópolis de Deir el-Bahari y en el Valle de los Reyes, ambos sitios ubicados en la localidad de Luxor, al sur del país. Desde allí, llegaron hasta El Cairo recorriendo el río Nilo, conservadas en privado y posteriormente expuestas en el Museo Egipcio.
El ministro de Antigüedades y Turismo, Jaled al Anani, indicó en un comunicado que “entendemos el valor de nuestro patrimonio cultural único y lo respetamos y protegemos, y hacemos todo lo posible para preservarlo para las generaciones futuras de toda la humanidad”.
De igual forma, resaltó que el Gobierno espera que el evento, en el que estuvo presente la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, y el presidente del país, Abdelfatah al-Sisi, tenga “una respuesta positiva para la promoción turística de Egipto”.
Con EFE