Santo Domingo, R.D. – El gobierno de Estados Unidos instruyó a sus embajadas y consulados a rechazar la mayoría de las solicitudes de visa de titulares de pasaportes palestinos, en una medida que ha generado rechazo internacional y críticas desde la Unión Europea.
La decisión fue confirmada a través de un cable diplomático firmado por el secretario de Estado, Marco Rubio, fechado el 18 de agosto. En el documento se establece que las visas de no inmigrante deben ser denegadas de manera inmediata a quienes utilicen pasaportes emitidos por la Autoridad Palestina.
Entre los afectados se encuentra el propio presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, junto con aproximadamente 80 funcionarios que tenían previsto viajar a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU en septiembre.
La Unión Europea (UE) reaccionó de inmediato, instando a Washington a “reconsiderar esta decisión” al considerar que contradice el derecho internacional y limita la participación palestina en escenarios multilaterales.
En una declaración oficial, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, afirmó que impedir la presencia de delegados palestinos en la ONU afecta los principios básicos de inclusión y diálogo que debe garantizar el multilateralismo.
La medida de Estados Unidos se enmarca en una política más amplia de la administración Trump para restringir el acceso de palestinos al país, reforzando su alianza estratégica con Israel, que se opone al reconocimiento de un Estado palestino.
El Departamento de Estado precisó que la directiva aplica a visas de no inmigrante en categorías como turismo, negocios, estudiantes o tratamientos médicos, aunque no afecta las solicitudes de inmigración ni las presentadas con pasaportes de terceros países.
Un portavoz del Departamento de Estado defendió la decisión, afirmando que “cada visa es una decisión de seguridad nacional”, y que las solicitudes palestinas requieren un proceso adicional de verificación para confirmar identidad y elegibilidad.
Israel ha respaldado la medida, sosteniendo que equiparar a la Autoridad Palestina con Hamás es necesario para mantener la seguridad regional. No obstante, potencias como Francia, Canadá, Australia y el Reino Unido han expresado que están dispuestas a reconocer al Estado palestino si no se logra un alto al fuego en Gaza.
La tensión se incrementa en un momento en que varios países analizan avanzar hacia el reconocimiento internacional de Palestina como Estado soberano, lo que Estados Unidos e Israel consideran una recompensa a Hamás.
Organismos humanitarios advirtieron que la decisión estadounidense limita la posibilidad de que los líderes palestinos expongan ante la ONU la situación humanitaria crítica en Gaza y Cisjordania, donde el conflicto ha dejado miles de víctimas civiles.
El epicentro de esta controversia se centra en la Asamblea General de Naciones Unidas, foro en el que Palestina buscaba sumar apoyos internacionales a favor de su reconocimiento pleno. Con la medida, Washington cierra la puerta a esa representación.
Según analistas, esta política podría profundizar el aislamiento diplomático de EE.UU. en foros multilaterales, al ser percibida como un respaldo incondicional a Israel en detrimento de la búsqueda de un acuerdo de paz justo.
La medida aún podría ser apelada, pero hasta el momento el Departamento de Estado mantiene firme la directiva, lo que abre un nuevo capítulo de tensión en el conflicto palestino-israelí y en la relación de Washington con sus socios europeos.