Decenas de periodistas de cadenas internacionales e iraníes aguardaron por él. Ebrahim Raisi aseguró en su primera rueda de prensa como presidente electo que su política exterior no comienza ni se verá limitada por el Acuerdo nuclear de 2015. El político responsabilizó a Estados Unidos y a la Unión Europea de violar e incumplir el tratado, por lo que pidió que las sanciones en contra de la República Islámica sean “levantadas y verificadas por Teherán”.
Con las fotografías de los ayatolás Jomeini y Jamenei a sus espaldas, el actual presidente electo de Irán, Ebrahim Raisi, recibió a la prensa local e internacional este lunes 21 de junio en Teherán. En conformidad con su triunfo electoral del pasado viernes, el clérigo de 60 años afirmó que su gobierno respaldará “cualquier negociación que beneficie los intereses nacionales”.
Sus palabras sirvieron de base para pronosticar cómo será la postura internacional de este político ultraconservador, de línea dura y mirada crítica hacia Occidente, una vez reemplace en el cargo a Hasan Rohani en agosto próximo.
“Nuestro pueblo ha demostrado que resiste diversas presiones y debe saber que la política exterior de nuestra administración no comienza con el Acuerdo nuclear de Irán de 2015 y tampoco se limitará a él. Veremos la interacción con el mundo como una interacción expansiva y equilibrada en política exterior”, dijo Raisi ante los medios, al tiempo que rechazó de plano la posibilidad de reunirse con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
La cuestión de Irán con Occidente: el Acuerdo nuclear
El Acuerdo nuclear de Irán fue firmado durante el primer mandato de Hasan Rohani, cuando en Estados Unidos Barack Obama era el presidente. Además lo firmaron otras naciones como Rusia, China, Francia, Alemania y Reino Unido. El propósito del tratado consistía en vigilar al detalle la producción nuclear iraní y mantener a raya su enriquecimiento de uranio; en contrapartida le serían levantadas las fuertes sanciones que tenían sofocada su economía.
Pero el Acuerdo sufrió un revés. Sucedió cuando Donald Trump decidió abandonarlo en 2018, como pretexto para castigar de nuevo a Irán con más sanciones. Una inflexión en la diplomacia de la nación islámica con Occidente que apenas se ha podido subsanar en las actuales negociaciones de Viena, tras la llegada de Joe Biden al poder.
De manera que Raisi fue tajante en su postura. Dijo que Estados Unidos violó el Acuerdo y que las tres naciones firmantes de Europa incumplieron lo pactado. Por tanto, el político subrayó que las actuales negociaciones que se llevan a cabo desde abril deberán servir para ofrecer “resultados para el pueblo iraní y para superar las sanciones” y no pueden ser “de desgaste”.
Sus declaraciones aludieron a la fuerte recesión económica que ha sufrido Irán desde hace varios años y que llevó a su población a manifestarse masivamente en las protestas de 2019. “No ataremos la situación económica y las condiciones del pueblo a estas negociaciones (…) Estaremos orientados a los resultados y tiene que haber un beneficio para el pueblo iraní”, resaltó Raisi.
Sin embargo, pese al discurso, expertos iraníes y occidentales consideran improbable que su ascenso al poder altere la postura negociadora de Irán para reactivar el pacto nuclear con Estados Unidos. Según ellos, la palabra final en estos asuntos siempre la ha tenido el líder supremo Alí Jamenei, quien además fue el garante en 2015 para que el Acuerdo se celebrara.
En la actualidad, a Irán se le acusa de haber sobrepasado los límites en enriquecimiento de uranio, un punto clave para mantener al país lejos de la producción de la bomba atómica. No obstante, Teherán ha negado, durante meses, abrigar la ambición de desarrollar un potencial armamento nuclear.
Con EFE y Reuters