Cuando Rainier Mallol tenía 14 años, experimentó las repercusiones de un caso grave de dengue cuando su madre contrajo este virus transmitido por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Este suceso fue un punto de inflexión que lo llevó a investigar más sobre el dengue y su comportamiento, lo que eventualmente lo llevó a colaborar con el especialista en salud pública Dhesi Raja para crear el programa AIME (Inteligencia Artificial aplicada a las Epidemias Médicas, por sus siglas en inglés), ahora conocido como Hayat.
Inspirado por Katherine Motyka, fundadora de Jompéame, Mallol aplicó a un programa de la NASA en 2015, donde fue seleccionado para un curso intensivo de tres meses. Durante este programa, desarrolló el concepto de AIME con el objetivo de salvar vidas en los próximos 10 años.
AIME es un programa que combina 512 variables, incluyendo factores climáticos, geográficos y socioeconómicos, con un enfoque en la densidad poblacional. Mallol, graduado en ingeniería telemática, explicó que el software es capaz de predecir brotes de enfermedades infecciosas con una precisión teórica del 91 %, aunque esta precisión baja al 88 % en pruebas de campo.
La aplicación de esta tecnología, según Mallol, ayuda a mejorar las predicciones y a optimizar la distribución de recursos, permitiendo una intervención más eficaz y económica en la prevención de enfermedades.
Desde su inicio, Hayat ha crecido y ahora cuenta con 40 empleados. Mallol ha trabajado con el gobierno de Malasia para desarrollar una aplicación que evalúa la experiencia de los pacientes en los centros de salud malasios, y ahora es asesor en salud digital.
Mallol expresó su deseo de colaborar con las autoridades de salud pública en la prevención del dengue, especialmente en un año como este, donde se espera un aumento en los casos sospechosos según la OPS. Instó al gobierno y a las ARS a abrirse a la implementación de herramientas tecnológicas que puedan ayudar a combatir el virus de manera más efectiva y económica.