La Guardia Civil española desarticuló el bloque de la banda juvenil violenta «Blood» que operaba en la provincia de Toledo, en el centro del país y detuvo a siete de sus integrantes menores de edad, en un contexto creciente de este tipo de delincuencia en España.
El instituto armando español investigaba una serie de altercados y hechos delictivos protagonizados por un grupo de jóvenes que habían causado «gran alarma social» entre los habitantes de distintas localidades de esa zona, informó este sábado le Guardia Civil en un comunicado.
Los menores detenidos pretendían asentarse en poblaciones próximas a la ciudad de Toledo como un grupo violento juvenil para ejercer «poder y control de forma coercitiva sobre ciertos sectores de la población, especialmente los más jóvenes».
Para conseguir su propósito, este grupo estaba cometiendo distintas acciones delictivas en la zona; principalmente amenazas, robos y lesiones que llevaban a cabo de forma grupal, organizada y violenta.
El incremento de la presencia de estos grupos violentos en España en los últimos meses, en especial en Madrid; ha hecho que las fuerzas de seguridad hayan reforzado su presencia en zonas especialmente conflictivas, con equipos especializados en este tipo de bandas.
En la capital española se puso en marcha un plan antibandas con un operativo de más de 500 agentes; tras tres asesinatos por este tipo de violencia desde febrero.