El cónsul general dominicano Eligio Jáquez y el Monseñor Octavio Cisneros obispo auxiliar y vicario de Asuntos Hispanos de la Diócesis Católica de Brooklyn, encabezaron en la catedral San Patricio en Manhattan, la misa anual en honor a la Virgen de La Altagracia el domingo, en la que ambos representantes resaltaron el fervor altagraciano de los dominicanos.
El cónsul expresó su satisfacción y orgullo de participar en la tradicional misa que se celebra en la catedral San Patricio ubicada en la Quinta Avenida y calle 51 en el centro de Manhattan, desde el año 1973, y a la que asistieron docenas de personas de la comunidad dominicana residente aquí.
Jáquez, quien estuvo acompañado por su esposa, Naná de Jáquez, dijo que sus connacionales residentes en los Estados Unidos mantienen su devoción por la virgen de La Altagracia, patrona espiritual del pueblo dominicano y que mantiene unidos a los dominicanos como su guía espiritual.
Dijo que, al acercarse los 177 años de la independencia de la República Dominicana, varios factores han influenciado para que los dominicanos se la ingenien para superar las dificultades que siempre asechan la unidad y el fortalecimiento de la nación.
“La fe católica y la fresca simbología de la virgen María y las advocaciones de las vírgenes La Altagracia, Las Mercedes y Nuestra Señora del Carmen, han sido factores de unificación de las familias dominicanas”, expresó el funcionario diplomático.
Añadió que “nuestros próceres y líderes políticos siempre han coincidido en poner primero la grandeza de Dios y ello ha sido uno de los factores que hace mantener vivía una democracia, que se fortalece con los años y que ahora encabeza un hombre también de formación cristiana, familiar y académica, como es el presidente Luis Abinader”.
Indicó que, con el fundamento ya centenario al lado de la fe cristiana, y el renovado trabajo en equipo y respeto a las normas democráticas crece la esperanza de todo un pueblo, para incursionar a un bienestar colectivo.
Pidió a la virgen de La Altagracia iluminar la mente del presidente Luis Abinader para que siga conduciendo y orientando al país por los senderos de progreso, desarrollo y bienestar como lo ha venido haciendo hasta el momento.
En su homilía, monseñor Cisneros, resaltó la alegría del pueblo dominicano que no solo se muestra en el merengue y la bachata, sino que también se puede observar en la fe.
“Los dominicanos aquí han sido solidarios en estos tiempos de pandemia de COVID-19, ahí tenemos el trabajo del doctor Ramón Tallaj que junto a un grupo de profesionales de la salud está realizando una labor encomiable en beneficio de los dominicanos y otros grupos étnicos que residen en la urbe neoyorquina”, añadió el obispo auxiliar.
Al final de la misa, el prelado católico dio las gracias al cónsul Jáquez y exhortó a los dominicanos a seguir el ejemplo de señor Jesucristo, especialmente en momentos en que Estados Unidos y el mundo están padeciendo la pandemia.
A la misa que este año, fue adelantada el pasado domingo, se limitó la asistencia por los protocolos de Coronavirus, asistieron representantes de oficiales electos y dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM), entre ellos, Alejandro Rodríguez (Tontón), Manny Feliz, Francia Vargas, el diputado de ultramar Norberto Rodríguez, Erasmo Chalas Tejeda, director de prensa y comunicaciones del consulado, Eustaquia Sánchez, Elvis Tineo y otros funcionarios y empleados de la sede consular.
Por Miguel Cruz Tejada