Testigo del tiempo / J.C. Malone
Los desórdenes de Los Angeles, autos incendiados, tiendas saqueadas, y ataques a policías, “protestando contra las deportaciones de inmigrantes”, quizá escondan algo peor, con muy feos antecedentes.
Parecen una conspiración contra el votante que eligió al presidente Donald Trump para que deporte inmigrantes irregulares.
El gobernador de California, Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Angeles, Karen Bass, demócratas, también The New York Times, dicen que eran “protestas “pacíficas”.
En Ucrania, en el 2014 “protestas pacíficas” similares, destituyeron al presidente Viktor Yanukovych, trajeron a Volodimyr Zelensky, iniciaron el conflicto Ruso-Ucraniano. Esas “protestas pacíficas”, desde Washington, las coordinó y dirigió el gobierno de Barack Obama y Joe Biden.
En el primer gobierno de Trump, hubo saqueos y desórdenes tras el asesinato de George Floyd en Minnessota. Antes, la policía mató otros negros, sin protestas ni saqueos, los gobiernos suelen deportar indocumentados mundialmente, sin desórdenes.
Trump ordenó que la Guardia Nacional de California tome las calles angelinas y restablezca el orden.
Los desórdenes en Los Angeles, ondeando banderas mexicanas, aumentan el apoyo popular para las deportaciones masivas. Nadie apoyará saqueos, destrucciones y ataques a la policía, ondeando una bandera extranjera, pero, ¿dónde empezó esto?
Como presidente, Biden abrió las fronteras estadounidenses, entraron unos 12 millones de inmigrantes irregulares.
Trump prometió expulsar indocumentados si ganaba, votaron por él
Trump inició las deportaciones, varios jueces se opusieron, deportar indocumentados son procedimientos administrativos rutinarios.
Obama y Biden, antes de Trump, deportaron a varios millones de indocumentados, no hubo oposición judicial ni protestas. Tampoco hubo oposición judicial cuando Biden abrió las fronteras.
En Nueva York organizan movimientos similares, si las dos principales ciudades del país descienden al caos, el gobierno restablecerá el orden.
Trump envió 700 marines a Los Angeles, el gobernador Newsom apeló esa orden ante un juez. Esto puede enfrentar al poder ejecutivo con el judicial, los gobiernos federal, estatal y municipal están enfrentados, la situación es muy delicada.
Trump siente que conspiran contra su gobierno, generalmente los gobernantes aplastan las conspiraciones, vivimos una situación potencialmente explosiva.