La mayoría de las personas toma su almuerzo fuera de su casa, ya sea porque lo hace en horarios de trabajo o de estudio. Y muchas veces se opta por comida comprada y no de preparación casera. Y si bien no hay ningún tipo de problema con la comida que puedes comprar, deberías tener algunas consideraciones para que tu almuerzo sea saludable.
No comas en el lugar de trabajo
Muchas veces el escritorio parece ser el único lugar en el que puedes tomar tu almuerzo, pero siempre que puedas trata de evitarlo. Deberías aprovechar tu horario de almuerzo, para comer en un lugar en el que no te sientas distraído o estresado por otro tipo de tareas. Tenlo por seguro, te caerá mucho mejor la comida y no tendrás pesadez o malestar estomacal.
Prepara tu propio almuerzo
Al menos intenta alternarlo con la comida que compras en la calle o en un negocio. Al prepararlo en tu casa te permite controlar qué es lo que comes y todo el proceso de cocción. Además, si te organizas, puedes preparar toda la comida de la semana en un día. Y un dato no menos importante: conseguirás ahorrar mucho dinero.
Bebe agua
Evita las bebidas gaseosas o los jugos industriales. No solo deberías beber agua durante tu almuerzo, sino que lo más saludable sería hacerlo en cantidades pequeñas, pero frecuentes durante el resto de la jornada. Si bebes demasiado durante la comida, puedes sufrir de acidez, dolores e hinchazón.
Elige tus comidas y evita la somnolencia
Si estás trabajando, lo ideal sería que almuerces algo que te dé energía para el resto del día y no comidas que te den somnolencia, sensaciones de pesadez o ganas de dormir. Las mejores alternativas son las nutritivas, las que incluyen vegetales variados, el arroz integral o la quinoa.