La ex primera dama de Honduras Rosa Elena Bonilla, esposa del expresidente Porfirio Lobo, fue condenada este miércoles a 58 años de cárcel por delitos de corrupción.
Un Tribunal de Tegucigalpa dictaminó una pena de 10 años por apropiación indebida de recursos del Estado y seis años por cada uno de los ocho delitos de fraude a los que también fue condenada.
Se trata de la primera vez que una ex primera dama del país centroamericano es acusada y condenada a prisión por la Justicia, por lo que diversos medios hondureños calificaron la sentencia de “histórica”.
Los abogados de Bonilla, de 52 años y que permanece en prisión tras ser arrestada en febrero de 2018, anunciaron sin embargo que recurrirán ante la Corte Suprema de Justicia para anular la sentencia, alegando que su defendida es inocente.
Bonilla no acudió al tribunal ni tampoco su esposo, quien gobernó Honduras entre 2010 y 2014, meses después del golpe de Estado que acabó con la salida del mandatario Manuel Zelaya en 2009.
Zapatos para niños pobres
La ex primera dama fue una de las condenadas en el marco del caso “La caja chica de la dama”, tras una investigación realizada por el Ministerio Público con la colaboración de la Misión de Apoyo contra la Impunidad y la Corrupción de Honduras (Maccih), adscrita a la Organización de Estados Americanos.
Bonilla fue acusada de apropiarse del equivalente a unos US$500.000 de donaciones internacionales y fondos públicos destinados a programas sociales, como el proyecto “Calzando a los niños de Honduras” que consistía en dotar de zapatos a niños de familias pobres.
En su lugar, Bonilla desvió ese dinero a sus cuentas personales solo cinco días antes de que su marido abandonara la presidencia para pagar servicios médicos, construcciones, joyas y tasas escolares de sus hijos, según la Fiscalía.
Bonilla, para quien el Ministerio Público pedía inicialmente 77 años de cárcel, fue absuelta del delito de malversación de caudales públicos en contra de la administración pública.
El tribunal sí condenó este miércoles por malversación de fondos públicos y fraude a Saúl Escobar, exsecretario personal de Bonilla, a cumplir 48 años de cárcel en el marco del mismo caso. Mauricio Mora, cuñado de Bonilla, fue declarado inocente y puesto en libertad.
La semana pasada, el expresidente Lobo reiteró que se estaba cometiendo una “injusticia” con su esposa y avanzó que, de no prosperar la apelación ante la Corte Suprema, acudirá a instancias internacionales.
La defensa de Bonilla solicitó por su parte mayores medidas de protección en la cárcel de mujeres de Támara -al norte de Tegucigalpa- en la que permanece ingresada, ya que aseguró está recibiendo amenazas.
Articulo publicado originalmente en BBC.