Shinzo Abe, de 67 años, se encontraba haciendo campaña política en apoyo a la reelección de Kei Sato, un miembro de la Cámara alta del Parlamento japonés.
El atacante fue captado por las cámaras parado a corta distancia detrás de Abe, cuando el político tomó el podio para dirigirse a los votantes frente a la estación ferroviaria Yamato-Saidaiji en Nara.
Los testigos dicen que el hombre portaba lo que describieron con un arma grande con la que le disparó dos veces desde atrás. Eran las 11:30 am (hora local).
Abe se desplomó en el acto con heridas en el cuello y la espalda, según los reportes.
Los agentes de seguridad forzaron al sospechoso al suelo y lo arrestaron, mientras que Abe fue llevado de urgencia al hospital más cercano.
El ex primer ministro se estaba desangrando internamente y en el hospital iniciaron los procedimientos para salvarle la vida con transfusiones de sangre.
No obstante, unas cuatro horas después, a las 17:03 (hora local) el hospital lo pronunció muerto.
Antes de conocerse la noticia de su muerte, el actual primer ministro de Japón, Fumio Kishida, dio unas declaraciones en las que apareció visiblemente afligido, una emoción que los políticos japoneses poco manifiestan en público.