POR JUAN PABLO BOURDIERD
Estudié educación porque terminando el bachillerato, Negro Quiñones preocupado por la situación que estaban pasando los estudiantes de la comunidad Las Caobas, viajando todos los días en una camioneta al liceo Librado Eugenio Belliard; el comunitario viendo la situación peligrosa que era sometida los estudiantes, viajó a Santo Domingo y diligenció el liceo secundario Las Caobas; logró conseguir 50 quinto (hoy 6to), los primeros grados impartidos fueron: primero y segundo.
Mi periplo en educación comenzó con la conformación del liceo Las Caobas, desde entonces comenzó la necesidad de superarme, prepararme para desempeñar profesionalmente mi puesto como profesora; el cariño de los niños es algo que influye mucho en la estadía en el sistema docente, tal vez si fuera por la edad todavía estuviera dando clase, aunque no me puedo quejar luego de 35 años en servicio, indicó.
Recomiendo, “a los jóvenes estudiantes de Educación que antes de iniciarse como profesor, que visiten los centros educativos y que vea la situación; el desenvolvimiento en el aula, el comportamiento de los alumnos, los compañeros colegas, todo el entorno, porque la verdad es que se inscriben en educación por el sueldo, también por la necesidad y la facilidad de conseguir un empleo; pero si ellos primero conocen como funciona el sistema educativo, mucho declinarían de su futura profesión” precisa Doña Ángela Gerez.
“Mi mayor desafío fue cuando me casé en el 1984, fui madre, esposa, estudiante universitaria, educadora; salir embarazada, interrumpir la universidad y volver a retomarla, trasladarse de noche con la precariedad de transporte de esa época, fueron momentos muy difíciles que no se lo aconsejo a nadie; fue una experiencia marcada”, cuentó muy sentimentalmente.
Anécdota, “un pleito terrible con una niña compañera de aula, quién hoy quiero y estimo muchísimo, el litigio en la escuela fue grande, pero el castigo que yo estuve en la casa cuando llegué fue sin límite ni compasión, “todo el día de rodilla, porque mi madre decía que a la escuela se iba aprender”, esa amiga se llama Mayra vive en Barahona; ahora es tiene una casa a mi lado y es mi gran amiga. Es la compañera que yo más recuerdo, porque me hicieron ser amiga y olvidar el rencor.
Señala Gerez, “el peor problema de Educación es las indisciplinas de los estudiantes, el poco apoyo de las autoridades superiores del sistema educativo, los maestros no tienen autoridad, no tiene apoyo, el maestro está solo, desamparado por eso los alumnos hacen lo que quieren, tienen todo el apoyo de: sus padres, el distrito educativo, la regional, El Minerd, el Ministerio Público, el educador están tan solo como una oveja en el desierto”, dijo muy desconsolada.
La mayoría de quienes trabajan educación no están haciendo el trabajo para que educación cambie de forma positiva, sino que, simplemente lo hacen por un sueldo; esa vocación hace muchos años que desapareció, explicó
Si perdí el control con una profesora que estuvo bajo mi mando como directora del liceo TV Centro Las Caobas (hoy Liceo Marino Almonte) fue una compañera incumplidora, entonces quería dársela de lo que no era; ese fue mi único contratiempo con un educador; también un estudiante agarró una silla para agredirme, creo que ese jovencito vive en España no lo he visto más; pero los quiero porque se han recapacitados.
La profesora que yo más recuerdo doña Beatriz Rodríguez Quiñones fallecidas recientemente fue una súper maestra ejemplar, una educadora por vocación, preocupada por enseñar y pobre de aquel que no quería estudiar, explica Ángela Gerez.
El Programa de Jornada Extendida no es lo que se vendió, ese nuevo sistema educativo actualmente es un gran negocio de compañeritos; aunque también hay que resaltar los grandes aportes que realiza a la familia.
El proceso es muy agotador tanto para el maestro como para estudiante, después del medio día es comida y más de los mismo, la gran diferencia de Jornada Extendida son los talleres, que no se imparten por falta de recursos, supuestamente, apunta Gerez.
Ángela Gerez nació en la residencia de su madre en la comunidad Las Caobas el 26 de noviembre del 1960, mi nombre me lo puso mi madrina, Antonia Díaz, quien era la esposa de Manuel Quiñones.
Mis padres fueron: Gilma María Gerez (morena) – mi mamá era lavandera por paga, con eso nos crío, mientras Rafael Báez fue mi padre quien prácticamente no vivió con nosotros, explica.
Lo más importante que me ha sucedido es haber encontrado un compañero como mi esposo Reyes Matos, un hombre que no tiene comparación, trabajador, entregado, luchador, no tiene vicio, un hombre de su casa, de su familia, del hogar; es un hombre trabajador y casero, manifiesta su esposa.
Doña Ángela como es conocida en la comunidad Las Caobas procreó tres hijos con su esposo, el profesor Reye Matos: Anny María, Ángel Mariel y Marielis.
No tengo ninguna predisposición por la comida, he seguido la costumbre de mi padre, “había que comer lo que apareciera o no comía, así de sencillo”, expresó.
Mis primeros estudios fueron en la escuela básica de Las Caobas, el octavo grado lo hice en Mao en la escuela, Juan de Jesús Reyes, mientras el bachillerato lo terminé en el Liceo Librado Eugenio Belliard en Sabaneta, precisa Gerez.
Relata, nunca tuve ninguna preferencia por ningún tipo de materia, regularmente las de mayores intereses son las básica, como siempre.
Los primeros profesores fueron: Reyes Matos, Diomedes Mosquea (pilo), … y Ángela Gerez así inició el Liceo las caobas en el año 1981, luego TV Centro Las Caobas y actualmente Liceo Marino Almonte
Mi primera experiencia como maestra fue en el liceo secundario Las Caobas, comencé a trabajar siendo bachiller, aunque ya estaba inscrita en la universidad.
Fui nombrada el 11 de septiembre de 1981. Si tuviera la oportunidad de volver a elegir una carrera nuevamente sería maestra y con más interés.
Ser maestra me ayudó tanto en la vida social como la parte económica, durante mis 35 años en educación coseché muchísimas amistades en todas las áreas, además del rol social que emprendí, la difícil tarea de enseñar.
Termina diciendo, “hoy en día nadie puede durar 30 años trabajando con el nuevo sistema educativo de Jornada Extendida, el maestro no tiene descanso ni en recreo ni a la hora de almuerzo, de esa forma es imposible”, precisó Doña Ángela.