Después de sumergirse en las profundas riadas, lagunas y pantanos dejados por la tormenta Ida, cientos de conductores abandonaron sus carros en sectores de los cinco condados metropolitanos, Manhattan, El Bronx, Queens, Brooklyn y Staten Island, lo que ha imposibilitado labores completas de limpieza y remoción de lodo y escombros.
La policía dijo ayer lunes que más de 580 vehículos han sido removidos de los escombros y lodazales en la ciudad y que la labor continúa hasta despejar todas las vías.
Muchos propietarios han llamado a compañías remolcadoras para sacar los vehículos estancados por las fuertes lluvias caídas el jueves.
Docenas de carros permanecían anegados en la autopista Mayor Deegan Expressway que conecta a El Bronx con varias ciudades en la parte alta norte del estado.
Los bomberos dijeron que los socorristas auxiliaron a más de 800 pasajeros que viajaban en trenes, carros y autobuses y fueron sorprendidos por la tormenta.
El sistema de trenes Long Island Rail Road se normalizó mientras que el Metro North dijo que a algunas de sus líneas hubo que hacerles cambios en el servicio.
Decenas de vehículos abandonados quedaron parcialmente sumergidos en la autopista que fue abrumada por las inundaciones.
El reportero Ali Bauman del canal 2 de la cadena CBS informó que el tráfico fluía en los carriles hacia el norte de la referida autopista por la calle 234 el jueves por la noche, pero el lado hacia el sur permaneció cerrado mientras las cuadrillas continuaban limpiando el agua de la inundación y remolcando vehículos abandonados y remolques de tractor.
Los autos, junto con cientos más en toda la ciudad se sumergieron y muchos fueron destruidos después de que el diluvio de azotó el área.
PJ Marcel, propietario de la compañía “Trackside Collision” en Queens dijo que está remolcando vehículos de sus clientes porque la policía está muy ocupada.
Explicó que ha remolcado más de 70 autos desde el miércoles por la noche, incluido uno en el que las aguas de la inundación arrasaron la barandilla a lo largo de la autopista Grand Central Parkway con el conductor aún adentro.
Por Miguel Cruz Tejada