La morfema es el rasgo morfológico que sirve que sirve para formar palabra que denotan un menor tamaño y se da mucho en los casos de padres e hijo, donde Josecito es el hijo de José, Luisito de Luis, Carlitos de Carlos y así sucesivamente.
En el caso del pelotero Carlos Gómez fue a la inversa, su padre es Carlitos y fue famoso en el béisbol y softbol primero que el vástago.
En vez de Carlitos seguir los pasos a Carlos, fue Carlos quien siguió los pasos a Carlitos, hasta convertirse en estrella de Grandes Ligas.
Que Carlitos sea el padre y Carlos el hijo no debe de extraña, ya en Grandes Ligas hizo una escalera de arriba hacia abajo, es decir, primero disparó el jonrón, luego el triple, el doble y el sencillo.
En un amplio conversatorio con la cronista deportivo Raquel Infante, en el espacio Pa’ que te Enteres, el hijo describe como el padre sirvió de inspiración para jugar al béisbol.
El hogar estaba dividido 50 y 50, el padre quería que el hijo jugara béisbol, pero la madre no, quería que su niño se enfocara en los estudios y realizara una carrera. Carlos se define como una copia de su mamá.
El padre, Carlitos, uno de los mejores softbolista que ha dado Santiago, salía del trabajo a las 5:00 de la tarde y lo llevaba para el estadio de Los Jazmines a tomar rodado.
Gómez comenzó jugando con Yolo Pérez en los alrededores del Hospedaje Yaque y con Cornelio Peña. Recuerda que cuando comenzó a destacarse Chichilo Cordero (El Brother) y Tranquilo Tavárez lo buscaban para reforzar.
El niño continuó creciendo y jugando y con 15 años entró en el Torneo Interbarrios, antesala de la pelota amateur superior, despertando el interés de los scouts y realizando varios “Try-out”.
Finalmente, en el año 2020 llegó la firma de los Mets de Nueva York, cuando Eddy Toledo le dio 60 mil dólares, cheque que llevó entero a su mamá y esta, penando en el futuro le compró una casa y guardó la otra parte.
Su firma coincidió con el Día de los Padres y de inmediato fue enviado a la Liga Instruccional, ya que la Dominican Summer League había terminado.
QUERIA SER PITCHER
Cuando fue subido para jugar en doble A, Carlos Gómez experimentó una tremenda baja en el bateo y su promedio estaba en un pobre 190 de average.
Entonces, comunicó a la dirigencia del equipo que quería ser lanzador y le dijeron que continuara jugando, que cuando terminara la temporada lo enviaría a la Liga Instruccional para que aprenda los secretos del pitcheo.
Jugando relajado, porque lo iban a ser lanzador, comenzó a batear, el récord de la Liga pegando dos o más hits por juego era de 19 y lo rompió con 22.
“Luego de estos me preguntaron si quería aprender a lanzar y de inmediato me negué diciendo, lo mío es batear y jugar en los jardines”, expresó Gómez.
SE PUSO TRISTE
El juego de Carlos Gómez fue en ascenso y un día su compañero de habitación Anderson Hernández lo despertó para informarle que había sido subido a Grandes Ligas.
Estaba en Arizona y tenía que tomar un vuelo de cinco horas para llegar a Nueva York, por lo que no pudo jugar ese mismo día.
Al día siguiente cuando salió al terreno de juego, se sintió triste en medio de la alegría, sus padres no estaban presentes para disfrutar aquel momento.
Otra cosa que recuerda Gómez es que había tres Carlos en el equipo, Beltrán, Delgado y él, quienes batearon uno detrás del otro, después del abridor que era José Reyes.
SE PUSO FURIOSO
Carlos Gómez quería jugar con las Águilas Cibaeñas, era el equipo que compraba boletas para verlo jugar.
Por eso, cuando vino el draft de Novato y no fue tomado se puso furioso, rompió varias cosas en el hogar como desahogo y juró jugar duro contra los aguiluchos.
Después llegó en un cambio a las Águilas, cumplió su sueño y se entregó a la causa del equipo.
Gómez ha anunciado que se retira del béisbol aunque ha recibido oferta de Estados Unidos, Japón y Corea. Sobre las Águilas Cibaeñas esperará bajar al terreno de juego cuando comiencen los entrenamientos a ver que siente.
Por lo pronto, el gerente general Ángel Ovalles y el manager Félix Fermín, tratan de convencer a Gómez que juegue un año más, para lo cual han abierto las puertas del equipo.
En el confinamiento por el Covid-19, Carlos Gómez no ha podido inicial su plan de terminar el bachillerato, hacer una carrera técnica y complacer a su mamá con un título.
Tuto Tavárez