El día después de batir un asombroso récord superando la barrera de los 490 km/h con su Chiron Sport, Bugatti ha anunciado que ponen punto y final a este tipo de pruebas. La compañía se retira de intentar establecer más récords de velocidad.
Se trata de un anuncio bastante sorprendente para una marca que es conocida por sus tiempos absolutamente devastadores. Bugatti estableció un récord de velocidad en su Veyron Super Sport en 2010 con una velocidad de 429 km/h, seguido unos años más tarde por un récord para el auto de producción de techo abierto más rápido con el Veyron Grand Sport Vitesse, alcanzando una velocidad máxima de 408 km/h.
El presidente de la compañía, Stephan Winkelmann, anunció a través de un comunicado de prensa que la era de la velocidad de Bugatti, desafortunadamente, ha llegado a su fin:
Nuestro objetivo era ser el primer fabricante en alcanzar la marca mágica de 490 kilómetros por hora. Ahora lo hemos logrado, haciéndonos a nosotros mismos, a todo el equipo y a mí, increíblemente orgullosos.
Hemos demostrado varias veces que fabricamos los autos más rápidos del mundo. En el futuro nos centraremos en otras áreas.
Es el fin de una era.
Supongo que tiene sentido: el mundo está repleto de fabricantes que buscan producir el automóvil más rápido del mundo: Jesko de Koenigsegg, Venom F5 de Hennessey, Tuatara de SCC Norteamérica. ¿Por qué ir más allá de tus límites cuando ya tienes el suficiente reconocimiento y una base de fans de décadas?
En cualquier caso, la decisión deja un enorme final abierto. ¿En qué “otras áreas” se centrará Bugatti? ¿El más eficiente? ¿El auto de producción más caro? ¿La aerodinámica más complicada? ¿La menor cantidad de pantallas? Sólo el tiempo lo dirá.
Articulo publicado originalmente en Gizmodo.