El primer ministro Boris Johnson amenaza con elecciones anticipadas si Westminster frena su estrategia del Brexit
RAFA DE MIGUEL
Parlamento británico desafía a Johnson para evitar un Brexit sin acuerdo
Londres.- El Parlamento británico mostró este martes su firme oposición a la estrategia del primer ministro Boris Johnson. Una mayoría de 328 diputados frente a 301 respaldó una moción para debatir una iniciativa legal que busca impedir una salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo.
La rebelión interna de 21 diputados conservadores, acusados por Johnson de “atarnos las manos en Bruselas” y amenazados con la expulsión del partido, fue clave para aprobar la resolución. En respuesta, el primer ministro advirtió que prepara una propuesta para adelantar elecciones generales si el Parlamento gana el pulso este miércoles.
Intervención tensa y controvertida en Westminster

FOTO: AFP / VÍDEO: EL PAÍS
Johnson inició su intervención con energía y dureza, calificando la propuesta opositora como “la ley de rendición de Jeremy Corbyn” y acusando a la oposición de querer ondear “la bandera blanca ante la UE”. Sin embargo, terminó su discurso con respuestas evasivas, evidenciando la resistencia del sistema parlamentario a ceder sus atribuciones.
A última hora, Westminster aprobó una moción que quita al Gobierno el control del orden del día parlamentario. Así, este miércoles se debatirá una resolución legal que obligará a Johnson a solicitar a Bruselas una prórroga de tres meses para el Brexit – previsto inicialmente para el 31 de octubre – salvo que se alcance un acuerdo antes con los 27 países miembros.
Johnson insiste en un nuevo acuerdo y amenaza con elecciones anticipadas
El primer ministro clamó: “Ya basta. El país quiere que todo esto se acabe y que se respete el resultado del referéndum”. Sin embargo, sus declaraciones sobre la flexibilidad de la UE fueron ambiguas. Johnson aseguró que podría lograr un nuevo pacto que elimine el controvertido backstop, mecanismo diseñado para evitar una frontera física entre Irlanda del Norte e Irlanda, manteniendo a la primera en el espacio aduanero comunitario.
Este mecanismo, innegociable para los Veintisiete, es rechazado fervientemente por los euroescépticos conservadores que lo consideran una amenaza a la integridad territorial del Reino Unido.
Estrategias y tensiones en torno al Brexit
Para evitar que el Parlamento imponga un aplazamiento, Johnson usó todas las herramientas legales y parlamentarias disponibles. Forzó a la reina a suspender la actividad parlamentaria durante cinco semanas, limitando el tiempo para sus detractores. Además, advirtió con expulsar a los diputados conservadores rebeldes y lanzó la amenaza de adelantar elecciones generales para eludir el control parlamentario.
Sin embargo, esta confrontación solo ha fortalecido a sus adversarios y reafirmado la determinación de muchos conservadores disidentes de priorizar el interés nacional sobre la lealtad partidaria.
La rebelión conservadora y el impacto político
El diputado Phillip Lee, uno de los rebeldes, denunció que Johnson “está destrozando nuestra economía, nuestra democracia y nuestro papel en el mundo”. En un comunicado, anunció su salida del Partido Conservador para unirse a los liberales demócratas, un golpe simbólico que redujo la mayoría parlamentaria del primer ministro.
Por su parte, Philip Hammond, exministro de Economía y líder de la rebelión moderada, exigió pruebas documentales de los supuestos avances en las negociaciones con Bruselas. Tras una tensa reunión en Downing Street, Johnson atacó a sus críticos acusándolos de favorecer un futuro gobierno laborista encabezado por Jeremy Corbyn.
La oposición y la crítica a la estrategia de Johnson
Corbyn respondió: “Este Gobierno no tiene mandato, ni moral, y desde hoy no cuenta con mayoría en el Parlamento”. Rechazó la retórica bélica de Johnson y defendió que “no estamos en guerra con Europa, son nuestros socios”.
El veterano diputado conservador Kenneth Clarke, conocido como “padre del Parlamento”, señaló que la estrategia de Johnson busca imponer condiciones imposibles a la UE para culparla del fracaso y luego convocar elecciones antes de que los efectos negativos de un Brexit sin acuerdo sean evidentes.
El ultimátum del primer ministro sobre el Brexit
Johnson cerró su intervención con una contundente advertencia: “Nunca aceptaré otro retraso del Brexit. Nos iremos el 31 de octubre, sea con o sin acuerdo. Nunca entregaré el control negociador del Reino Unido”.
Este mensaje reforzó la idea entre muchos diputados de que, si la ley para frenar al primer ministro prospera, las elecciones anticipadas serán inevitables.

