El presidente de Brasil tenía previsto participar en una cena de la Cámara de Comercio Brasil-EE UU. El Museo de Historia Natural se negó a acoger la gala y varios patrocinadores huyeron ante la presión de activistas y políticos como el alcalde Bill de Blasio y el senador demócrata Brad Hoylman
La presión se dirigió, posteriormente, contra los patrocinadores y el hotel New York Marriott Maquis, que aceptó acoger la ceremonia. El senador demócrata Brad Hoylman, representante de la comunidad LGBTQ, impulsó una petición pública, a través de Internet, en la que se exigía la cancelación del evento y envió una carta a la administración del hotel pidiendo lo mismo. “Normalizar a un presidente anti-LGBTQ que quiere causar daños —e incluso matar— a la población LGBTQ no refleja los valores de Nueva York. Punto”, dijo en un tuit.
La campaña de rechazo a Bolsonaro fue apoyada por el alcalde de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio, que en una entrevista en abril a una radio llamó al presidente brasileño racista y homófobo. Afirmó también que el ultraconservador no era bienvenido en la ciudad.
La presión hizo que la compañía aérea Delta, la consultora Bain & Company y el periódico Financial Times retiraran el apoyo financiero a la fiesta. En una entrevista a CNN, la consultora afirmó que la decisión se basó en el principio “esencial” de “celebrar la diversidad” de la empresa. Tras la retirada de la financiación, el periódico Folha de S. Paulo informó que el estatal Banco del Brasil decidió pagar 12.000 dólares por una mesa para 10 personas en la cena. El consulado-general de Brasil en Nueva York también quiso ayudar a financiar la ceremonia, que tiene por objetivo recaudar fondos para hacer lobby para empresas brasileñas y estadounidenses en EE UU. Entre los patrocinadores también están los bancos brasileños Itaú y Bradesco, además de entidades financieras como Merrill Lynch, Credit Suisse, Morgan Stanley, Citigroup y HSBC.
Sin embargo, la presión de grupos de activistas, principalmente los más cercanos a la causa LGTBQ y a la ambiental, que prometían llevar a cabo actos diarios hasta el día 14, resultó ser más fuerte que el poder este evento. “Debido a la resistencia y los ataques deliberados del alcalde de Nueva York y la presión de grupos de intereses sobre las instituciones que organizan, patrocinan y acogen el evento anualmente, quedó evidenciada la ideologización de la actividad”, dijo el portavoz Rego Barros en la nota. “El presidente, Bolsonaro decidió entonces cancelar su asistencia a esa ceremonia y los compromisos previstos en Miami”, añadió el portavoz, en referencia al viaje a Florida que el presidente tenía previsto realizar el día siguiente para encontrarse con parlamentarios republicanos, entre ellos el senador Marco Rubio, uno de los principales opositores norteamericanos al régimen de Nicolás Maduro. elpais.com