Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- El congresista Adriano Espaillat recibió el pasado fin de semana en su distrito (NY-13) al secretario de Transporte de los Estados Unidos, Pete Buttigieg, para anunciar formalmente el inicio de los trabajos para la finalización de la segunda fase del Metro en la avenida Segunda, desde la calle 96 hasta la 125, en Manhattan.
Este proyecto era esperado desde hace años por los residentes de un área de escasos servicios del transporte público.
A Espaillat y a Buttigieg se le unieron en el anuncio la gobernadora de NY, Kathy Hochul, el líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer, y otros funcionarios públicos, miembros de sindicatos de la construcción y líderes locales.
El congresista expresó: “Hoy marca el comienzo de un futuro económico vibrante para las familias en East Harlem y más allá, estoy regocijado de darles la bienvenida al secretario de Transporte de EE.UU. y a los líderes de mi distrito para ayudar a impulsar este proyecto”.
El financiamiento federal de $3,400 millones forma parte de un acuerdo de subvención de financiación total (FFGA) para el proyecto de la Fase Dos del Metro de la Segunda Avenida (SAS II), emitido por la Administración Federal de Tránsito (FTA), que permitirá que el proyecto continúe para extender el servicio del tren Q.
»El Metro mejorará la calidad de vida de los residentes de mi distrito y servirá a más de 300 mil personas en toda la región«. »No es solo un proyecto de transporte sino un programa de desarrollo económico que generará empleos para nuestros jóvenes«, indicó.
»Este es el Grand Central de Harlem, que tendrá conexiones con la línea de trenes Metro North, autobuses expresos y, eventualmente, ferries«, precisó el primer y único congresista dominicano en USA.
Por su parte, Buttigieg sostuvo »NYC tiene el sistema de transporte público más extenso de EUA, pero todavía hay desiertos de transporte que no tienen fácil acceso al sistema de trenes, incluidas aquellas comunidades donde es más probable que la gente dependa del mismo para desplazarse”.
Añadió que “la extensión del Metro hará posible que miles de neoyorquinos vayan al trabajo y a la escuela, accedan a alimentos saludables, atención médica, y vean a sus seres queridos, todo ello al mismo tiempo que aliviarán la congestión en otras líneas del metro y reducirán la contaminación por carbono”, sostuvo.
La extensión de 1.8 millas de la línea Q no sólo mejorará la confiabilidad y movilidad, sino que también aliviará el hacinamiento en la línea de la avenida Lexington, que transporta a 200 mil pasajeros por día, indicó Buttigieg.